El Villarreal parece haber encontrado la solución a los problemas que acarreaba en el inicio liguero con la difícil adaptación de Pablo Fornals, la baja de Bruno y la incapacidad para tejer un fútbol que uniera los centrocampistas y la delantera. Con el nuevo sistema, en donde el centro es la base de todo el entramado futbolístico, la irrupción de Samu Castillejo como catalizador, aunque hasta ahora su mejor versión la hemos visto escorado a la banda, y Fornals en la media punta como el faro en el último pase, han logrado dar ese salto cualitativo que necesitaba el Villarreal tras la marcha de Escribá y su rígido 4-4-2. Pero hay un hombre al que le da igual el sistema. Solo necesita medio segundo y espacio. Le es suficiente.
Cédric Bakambu ha empezado el curso con 8 goles en Liga y 1 en Europa League, mostrándose resolutivo y el líder de un equipo que aún busca cómo hacerle hueco a Carlos Bacca. Mientras al colombiano le cuesta jugar con otro punta, al congoleño le da igual con quién compartir la delantera. Solo o con alguien, él marca las diferencias. Ya vimos especialmente frente al Girona la mejor baza del africano. Aprovechar el espacio entre el lateral y el central -en este caso, ante una defensa de 3- para hacer daño entre líneas tirando desmarques largos. Con Trigueros y Fornals detrás suyo surtiendo de balones, nada parece indicar que el plan no vaya a salir bien.
Velocidad y remate. Sus dos mejores cualidades le hacen un delantero letal.
Mientras el conjunto valenciano se asienta en este nuevo esquema e interioriza los automatismos, Bakambu se ha erguido como la -única- opción viable por el momento para llegar al gol. Es un delantero que, sin ser dominante, provoca pánico en las defensas gracias a su cualidad principal; la velocidad. Pero lo más importante no es que corra mucho, sino el momento en el que lo hace. Su inteligencia a la hora de lanzar sus galopadas es crucial para descongestionar los partidos. Además, añade a esto una definición realmente buena.
El Villarreal necesita a Bakambu hasta que no encuentre otra vía para dañar al rival. Cédric como único recurso. Hasta la fecha.
Artículo original de Albert Blaya para Balón en Profundidad.