La pasada temporada (2016/2017) vino marcada con pérdidas para el club francés, que se ve obligado de cara a finales de junio del año siguiente a incrementar su presupuesto en 75 millones euros, con el fin de poder estar a la altura del fair-play financiero.
Los vacíos monetarios que sufre el PSG vendrían ocasionados por la pérdida del título de campeón de Francia y la eliminación en los octavos de final de la Champions, haciendo que el equipo cuente solo con un presupuesto de alrededor de 500 millones de euros.
Los grandes clubes de Europa no ayudaron mucho a la situación del conjunto parisino, ejerciendo presión y haciendo así que la UEFA abrá una investigación activa para atar cabos en la economía del club, tras la transferencia histórica Neymar (222 millones €) y Kylian Mbappé (€ 145m + 35 de bonificación).
El Paris-Saint-Germain necesitará equilibrar un presupuesto de gastos, que rondará los 620 millones de euros para poder seguir en el punto de mira, contando con la desventaja de que esta temporada solo cuenta con entre 540 y 550 millones de euros en ingresos.