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Así fue el día en el que Rubén Baraja pudo cambiar la historia del Rayo

Rubén Baraja demostró ser un entrenador con carácter. Su adiós del Rayo Vallecano fue cuanto menos curioso. Llevaba dos semanas entrenando al equipo sabiendo que iba a ser destituido. Con las ‘vacas sagradas’ como Trashorras ‘castigados’ en la grada, el ex futbolista del Valencia no consiguió remontar los malos resultados cosechados anteriormente por Sandoval.

Lo cierto es que en la anterior temporada el conjunto de la franja roja terminó en mitad de la tabla, pero no logró cierta estabilidad hasta la llegada de Míchel. Ni Sandoval ni Baraja pudieron sumar más victorias que derrotas en los 13 partidos que dirigieron cada uno. El técnico del Sporting aterrizó en el barrio obrero de la mano de Ramón Planes que por aquel entonces era el director deportivo del Rayo Vallecano.

El juego de Baraja no conectaba con la idiosincrasia del barrio, pero aun así también cabe matizar que el comportamiento de ciertos jugadores no fue el adecuado. Baraja soportó diversos tipos de presiones y no quiso bajar los brazos, pero finalmente lo normal se impuso a cualquier tipo de anomalía como el utópico ascenso. En Gijón ya esperan su mejor versión…

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