Borja Lasso tendrá que salir en enero. El mediapunta, que llevó al Sevilla Atlético a la Segunda división española, ha tenido en esta campaña ficha del primer equipo, pero ni entró en los planes de Berizzo ni entra en los de Montella.
Y no por cualidades, que apuntan que le sobran. Sino porque, desde el punto de vista de la cúpula sevillista, el jugador de Palma del Condado debe pulir aún algunos aspectos tácticos y físicos para rendir al máximo nivel dentro de la competencia del primer equipo nervionense.
Así pues, Borja Lasso saldrá en enero. El jugador, de 24 años, se debate entre dos opciones: Valladolid, equipo en el que milita Antonio Cotán -excompañero de Lasso en el filial del Sevilla- y Osasuna, conjunto dirigido por el extécnico de Lasso y con el que alcanzó su plenitud, Diego Martínez Penas.
Si bien está barajando ambas, es Osasuna quien partía como favorito y quien se sitúa en la pole del ránking del jugador y del propio Sevilla, consciente de que Martínez Penas puede inyectar a Lasso lo que falta. Saldría en calidad de cedido con opción a compra, puesto que un traspaso -aunque el Sevilla se guardase una opción a posteriori- se antoja complicada por la cuantía económica del Osasuna en enero.