El Oviedo sigue demostrando que puede competir ante cualquiera. Eso, y contra todos los elementos. Ayer, los de Juan Antonio Anquela volvieron a dejarse el alma sobre el terreno de juego. En un campo tan complicado como Vallecas, supieron dar la vuelta al 1-0 inicial, aunque es verdad que tras el 1-2, el equipo se fue echando atrás y cediendo el balón a su rival. Por ello, el punto fue agridulce, aunque la sensación que dejan los dos últimos partidos lejos del Tartiere es la de un equipo que aspira a todo. Ahora, los asturianos ya piensan en el encuentro frente al Almería.
- Punto agridulce. El empate cosechado en Vallecas deja en el Oviedo una mezcla entre alegría y tristeza. Los azules salieron satisfechos por haber vuelto a sumar en un campo muy complicado. Y, además de eso, por haber plasmado sobre el terreno de juego una de las mejores imágenes del año. El equipo asturiano compite ante quien sea y en cualquier situación. Algo muy valioso para estar en la zona noble. Pero, desde otro punto, hay tristeza porque podrían haber sido tres los puntos que volasen a Asturias. Con el partido remontado y su rival con 10, el Oviedo se echó atrás y cedió la posesión de balón.
- El juego aéreo. Isaac Fouto, periodista de la Cadena COPE, señalaba al mediodía que una de las claves para el Oviedo serían los balones aéreos. No se equivocaba. Los azules anotaron sus dos tantos en acciones a balón parado. El primero, tras una jugada ensayada. Carlos remató al larguero, y Linares, más listo que nadie, le puso el gol en bandeja a Christian. En el segundo, fue el propio Carlos quien cabeceó a la red un centro de Berjón.
- Defensas con alma de delanteros. Enlazando con el punto anterior, pocas defensas aportan tanto al ataque como la del Oviedo. Con siete tantos, la zaga azul se ha convertido en un auténtico peligro en las acciones de estrategia. Carlos Hernández ya es uno de los ‘Pichichis’ del equipo. Suma cinco dianas, las mismas que Toché, Saúl y Aarón. El central es una garantía en el juego aéreo. Sus compañeros le buscan y él no falla. Dos tantos suma Christian, otro de los puntales en las acciones de estrategia. Pero, además, a esto hay que sumarles las asistencias de Diegui y Mossa.
- El Oviedo, contra los elementos. Uno de los temas más comentados a lo largo de la semana era el del colegiado. Pues bien, no defraudó. En la primera mitad, sorprendió que el Oviedo se marchase a los vestuarios con dos amarillas más que su rival después de haber echo menos de la mitad de faltas. Algo que desquició a los futbolistas. En el segundo acto, el árbitro dejó con uno menos al Rayo. Una expulsión parecida a la de Yeboah en Sevilla. El rival suelta el brazo y el árbitro decide expulsarle. Pero la acción polémica llegó en la recta final. El penalti de Christian. Muchos siguen preguntándose como se pudo determinar la pena máxima después de llamar a las asistencias porque el futbolista azul estaba conmocionado tras llevarse un golpe en la cara. Pero, como el propio jugador dijo, que sean otros los que hablen.
Sanción para tres de cinco
- El sistema se debilita. Lo hace de cara al encuentro frente al Almería. De los cuatro futbolistas apercibidos de sanción, tres vieron la cartulina amarilla. Además, todos ellos son imprescindibles en la parte de atrás. Christian, Forlín y Mossa no estarán frente a los andaluces. Si Anquela quiere mantener el dibujo, parece que Verdés y Varela serán dos fijos en el once. Falta saber quién será el tercer central. El duelo de la titularidad se centrará en Valentini y Prendes.
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Por @javimorcin