Que el ritmo no pare

El Alavés consigue 22 puntos de los últimos 33. De ser un equipo muy candidato a descender, ha pasado a celebrar casi la permanencia desde la llegada de Abelardo.

Quizás algo similar buscaban los gallegos con la llegada de Seedorf. Pero más bien da la sensación de todo lo contrario. Y no por culpa del holandés, sino por una dinámica negativa casi irrecuperable.

Los locales comenzaron avisando con un palo de Rubén Duarte en el minuto 6. Acto seguido, Guidetti dispararía demasiado desviado. El Dépor pareció reaccionar y Bakkali, que parece gafado, también la estrellaría en el palo.

Se llegaba al descanso con el 0-0 en el marcador tras una primera parte algo sosa donde las llegadas a la portería contraría eran demasiado tímidas y con una insuficiente presión al rival.

La segunda parte fue un poco más de lo mismo. Hasta que en el minuto 60, Munir, que parece tocado con una varita, metería un golazo desde fuera del área. Media hora tendría por delante el Dépor para reaccionar. Pero no sería así. Ningún tiro a puerta y cero peligro para Pacheco.

Bakkali recibiría una amarilla que le impedirá jugar el siguiente partido. Más tarde sería sustituido por Fede Cartabia, que tampoco pudo generar mejoría en los herculinos. Quizás, en el resto de cambios, no estuvo acertado Seedorf. Pero la realidad es que “de donde no hay, no se puede sacar”. Todo lo contrario que le sucede a Abelardo, que parece acertar en todas sus decisiones.

El partido finalizaría con una afición de Mendizorrotza entrega a los suyos y a una mejora envidiable para muchos. Mientras que más de 400 deportivistas se quedaban cabizbajos una vez más tras un viaje de muchos kilómetros.

Los albiazules se colocan ya a 10 puntos del descenso tras la derrota de Las Palmas. Buena situación antes de visitar el próximo sábado al Real Madrid. Por su parte, los coruñeses se quedarán a tres de la salvación si pierde el Levante en Anoeta. El próximo viernes recibirá al Espanyol.

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