Cristian Álvarez llegó al Zaragoza, no sin dudas, en el pasado verano de 2017, tras un año de inactividad, algo que no era Santo de la devoción de Natxo González, que pedía un portero que viniese jugando.
Cristian ocupó la suplencia durante las 4 primeras jornadas hasta que en la 5ª, en Lugo, se hizo con la titularidad, aunque fuese con derrota en el último minuto por 2-1, el arquero rosarino demostró, que venía para desbancar al gallego Álvaro Ratón.
Probablemente la confianza que depositó en él Natxo, le hicieron motivarse, hasta ocupar, casi ininterrumpidamente, por sanción ante el Albacete, la portería del Zaragoza demostrando que es uno de los mejores guardameta de la competición.
Y ayer, en el partido contra el Oviedo, en el que quizás no fue tan decisivo como en otros choques, su contrato se renovó automáticamente por 2 años más, tras haber disputado 25 partidos.
Cristian Álvarez ha demostrado también, sus luces y sombras como la expulsión contra el Cádiz, en la que el árbitro le sacó la tarjeta roja por tocar el balón con la mano fuera del área y dejar a su equipo con 9 y ya terminando de facilitar la victoria al equipo andaluz.
O las luces que aporta, sobretodo en lo que a penaltis se refiere, un apartado en el sus intervenciones han valido puntos, como el partido contra el Córdoba, en el que con 1-0 en el marcador detuvo un penalti a Alfaro a falta de 10 minutos para el final y que le dieron la victoria al Zaragoza.
Así pues, Cristian Álvarez será zaragocista hasta 2020, un portero que ha devuelto la ilusión en la ciudad maña.