El Girona tiene licencia para soñar
El Girona FC ha sorprendido al Villarreal (0-2) en el Estadio de la Cerámica, dando un golpe sobre la mesa en la lucha por Europa
El Villarreal CF y el Girona FC se han enfrentado esta mañana en el antiguo Madrigal en el duelo que inauguró la jornada futbolera de este sábado.
Los primeros minutos del partido estuvieron marcados por las dudas y las pocas ocasiones, aunque los visitantes apretaron a los “groguets” des del pitido inicial. No fue hasta el minuto 14 que llegó la primera ocasión de gol del partido. Pere Pons recuperó, Borja García la puso al área y el killer uruguayo Stuani no dudó y mandó un testarazo al fondo de la red. El Girona se adelantó a un conjunto amarillo inofensivo, sabedor que una victoria de los catalanes les dejaba a una distancia de solamente un punto.
Los minutos siguientes estuvieron marcados por la lesión muscular del carrilero izquierdo gerundense, Carles Planes, que tuvo que ser sustituido por el inconmensurable Mojica. El parón sirvió para que el Villarreal domara el balón y, antes de ir camino de los vestuarios, tuvieran dos ocasiones para empatar el partido. Primero Pablo Fornals y después Bacca lo intentaran, pero sendas rematadas no inquietaron demasiado al guardameta Bono. También hubo tiempo para que los de la Plana reclamaran dos penas máximas que el árbitro no indicó.
De vuelta al verde, el Villarreal se hizo amo y señor del balón y salió dispuesto a darle la vuelta al luminoso. De nuevo Bacca y Fornals probaron al marroquí Bono, que respondió con dos buenas intervenciones. La más clara para los locales llegó de los pies de Roberto Soriano, pero Bono evitó el empate con una espectacular parada. De nuevo, los amarillos reclamaron penalti al árbitro González Fuertes. El acoso del Villarreal llegó a su fin cuando el Girona, hasta el momento sacándose la pelota de encima, se encontró con la ocasión de sentenciar el choque. Un contraataque liderado por Portu llegó a los pies del Choco Lozano, recién ingresado al campo. El ex del FC Barcelona B mandó un derechazo a la escuadra des de fuera del área al que Asenjo no pudo llegar.
El partido culminó con un Girona cómodo y un Villarreal desesperado y sin ideas, que ve como se le escapan los tres puntos del Estadio de la Cerámica ante un rival directo.
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