El Unicaja echa el cerrojo en el Palacio
Los malagueños dominaron desde el apartado defensivo, logrando maniatar el juego ofensivo del Movistar Estudiantes, que se inmoló desde la línea del triple (5-30)
Sasu Salin guió a los visitantes a la victoria pero fue el dominio en el rebote lo que catapultó a los de Joan Plaza a llevar la voz cantante durante prácticamente todo el partido. Por su parte, el ‘Estu’ solo mostró brotes verdes en el tercer cuarto en el que gracias al empuje de Caner-Medley, los colegiales llegaron a ponerse a tan solo un punto de desventaja.
Fue el propio Salin el que comenzaba más enchufado el partido, y es que el finés anotaba tres triples en un marco corto de tiempo. En cambio, los locales errraban lanzamiento tras lanzamiento, siendo capaces de registrar nueve puntos en los ocho primeros minutos del encuentro. Con 9-20 en el luminoso, los colegiales parecían desperezarse gracias a un tiempo muerto de Salva Maldonado, terminando el cuarto con una desventaja de siete puntos: 13-20.
Sin embargo, el dominio malagueño continuaba siendo manifiesto en el segundo parcial, con Dani Díez y Carlos Suárez imponiéndose bajo los tableros con seis rebotes cada uno. Los visitantes lograron de este modo una ventaja cómoda de diecisiete puntos mediado el cuarto. No obstante, de la mano de Sylven Landesberg, el conjunto del Ramiro reaccionó con un parcial de 14-4 que le hizo irse muy vivo al periodo de descanso: 28-35.
Aupado por su público el ‘Estu’ continuó empujando y poco a poco fue igualando las tornas. Fue este el momento en el que Caner-Medley se echó a su equipo a la espalda, anotando dos triples prácticamente consecutivos que ponían a los locales a un punto del Unicaja. Pese a ello, los visitantes resistieron y finalizaron el cuarto con un parcial de 2-6 que les mantenía arriba en el marcador con diez minutos por jugar (42-47).
Con las espadas por todo lo alto y con los locales en buena inercia, Ludde Hakanson y Darío Brizuela perdieron cuatro balones consecutivos que propiciaron un parcial de 0-8 con varias acciones de calidad de Ray McCallum. Así, el Unicaja terminó finiquitando el choque ante la desconexión absoluta de su rival, que echó por tierra todo el trabajo realizado para remontar.
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