El Oviedo se encuentra a tan solo un punto de los play-off de ascenso. Su principal objetivo. La temporada está siendo de notable-alto. A pesar de esto, el equipo todavía continúa metido en la pugna por subir a Primera División. Pero todo está en un pañuelo desde la décima posición. A falta de cuatro jornadas todo está por decidir. Y ahí es donde aparece un problema más que discutido por la afición ovetense. Si finalmente logran acceder a play-off no habrá ninguna represalia, pero si esto no es así, la continuidad de Anquela corre peligro.
El ascenso era su condición
Su fichaje por el club carbayón en el mercado estival estaba motivado con una clara premisa. Jugar como mínimo la eliminatoria de ascenso. La afición le adora, pero no sería necesario para su continuidad. Por lo tanto, su permanencia en el banquillo del Carlos Tartiere pende de un hilo. Faltan cuatro jornadas para intentar la última acometida y colarse entre los seis primeros. De lo contrario puede que sea su único año al frente del equipo y se vea obligado a buscar otro destino. De ser así, habría que ver como se toma la afición esta posible decisión de la directiva, debido a que están encantados con Anquela.