Ganar y esperar que no lo hicieran Cornellà y Ebro. Eso necesitaba el Ontinyent, en el derbi ante un Alcoyano que ya no se jugaba nada, para asaltar la cuarta plaza y colarse en el playoff de ascenso a Segunda División. Más de 2.000 almas velaban por su equipo en El Clariano, en un encuentro de máxima rivalidad vecinal al que también contribuían a darle color los aficionados llegados desde Alcoy.
Conscientes los valencianos de que el primer paso para soñar era ganar, el Ontinyent inició el partido con un ritmo mayor, intentando espolear, más si cabe, a la grada, consciente ya de que una parte del milagro se cumplía gracias a la pronta derrota del Ebro ante el Atlético Baleares. Dos saques de esquina en los primeros diez minutos dan fe de ello, aunque, eso sí, terminaron sin consecuencias para la meta de Bañuz.
Dos mitades en una
El cuadro de Mario Barrera, que había saltado al verde de El Clariano con su once de gala para evitar generar suspicacias y no adulterar la competición, se afianzó pronto sobre el césped sintético del terreno de juego de la capital de La Vall d’Albaida y comenzó a generar peligro ante la meta de Álvaro Campos, que abortó la primera ocasión blanquiazul al detener un cabezazo de Mario Arques. Acto seguido, el disparo de Kilian salió fregando el palo de la meta local.
Fueron estos los mejores minutos del Alcoyano en el derbi. Pasado el primer cuarto de hora, los pupilos de Vicente Parras se estiraron y adelantaron líneas con la intención de cercar la meta de Bañuz, de nuevo un seguro de vida para los blanquiazules. La primera llegada clara del Ontinyent la firmó Sascha, que probó las aptitudes del portero alcoyanista con un disparo centrado que detuvo sin problemas el meta ilicitano.
El Ontinyent gozó de sus minutos más incisivos en ataque a partir de la media hora del primer acto. Primero fue Juanan el que probó suerte con un disparo que se marchó muy desviado. Escasos segundos después, Russo conectó un testarazo que lamió el poste de la portería de Bañuz. La más clara para los locales en el primer acto la tendría en sus botas el exalcoyanista Fran Machado, que conectó un disparo que, tras desviar mínimamente Bañuz, se estrelló en el larguero. Todavía en la primera mitad, Bañuz volvió a abortar un nuevo intento de Sascha.
Pese al cerco que puso el Ontinyent al área blanquiazul en el tramo final del primer acto, el Alcoyano hizo gala de su solidez defensiva, una constante desde que Mario Barrera dirige a los alcoyanistas, y se encomendó a un Miguel Bañuz salvador, tónica habitual durante toda la temporada y pieza fundamental para que el Deportivo no sufriera más de lo que ya lo ha hecho.
Sin premio
De muy alta presión local fueron los primeros compases de la reanudación, con el Ontinyent volcado en busca de un tanto que le mantuviese vivo y con opciones de clasificarse para el playoff de ascenso. Sin embargo, el Alcoyano, con oficio y excelso en defensa, contuvo el arreón inicial de los valencianos, que no tradujeron su empuje en reseñables oportunidades de gol.
El Ontinyent no encontraba el camino que le abriese la puerta de la portería de Miguel Bañuz, muy bien resguardada tanto por el propio cancerbero como por la defensa blanquiazul en su conjunto, muy solvente. Ante ello, y ante las malas noticias que, para sus intereses, llegaban desde Sagunto, donde el gol del Cornellà sentenciaba el puesto de playoff a favor de los catalanes, el ímpetu local decayó.
Los minutos finales del encuentro carecieron de ritmo y se jugaron muy lejos de las áreas. Por tanto, en este último estertor del derbi y de la temporada para los dos conjuntos, no tuvieron ninguna oportunidad de gol. El Ontinyent, ya consciente de que se le escapaba el caramelo del playoff, bajó el ritmo. Tampoco aceleró el Alcoyano, que afrontaba la cita sin ningún objetivo por el que pelear más que defender la camiseta blanquiazul, que no es poco.
Con el empate sin goles final, el Ontinyent cierra su exitosa campaña en quinta posición y con la clasificación para la próxima edición de la Copa del Rey en el bolsillo, aunque se le escapó la opción de colarse entre los cuatro primeros, algo que, de haber ganado al Alcoyano en el derbi, tampoco habría conseguido, como consecuencia del triunfo del Cornellà que, a su vez, mandó a Tercera al Atlético Saguntino.
Por su parte, la decepcionante temporada del Alcoyano llegó a su fin con los blanquiazules en decimocuarto lugar, sellando la permanencia en la penúltima jornada de una campaña en la que las miras estaban mucho más altas. No obstante, lejos de El Collao, principal talón de Aquiles deportivista este año, el Alcoyano ha firmado números de playoff que no ha conseguido refrendar delante de una afición que ha cerrado el curso entre aletargada y decepcionada.