Ni en la peor de las pesadillas imaginó Jorge Lorenzo que su aventura en Ducati le depararía tantos problemas, el tricampeón se encuentra prácticamente sólo, abandonado por la marca por la que apostó cuando ningún piloto TOP quiso apostar y sin apenas resultados con los que convencer al equipo de italiano de seguir apostando por él. Lorenzo se encuentra sólo, tampoco su compañero de equipo le apoya para que continúe.
No ha sido capaz de adaptarse a Ducati, pero el problema es que no tiene sitio en casi ningún lado… Suzuki quiere fichar a Joan Mir, en Honda no tiene hueco. En Ducati tan sólo le avala su amigo y máximo responsable de las decisiones deportivas, Gigi Dall’Igna, el hombre que le convenció de cambiar la marca japonesa por la Desmosedici. La cúpula de Dorna y un patrocinador externo se mueven para que uno de los pilotos más icónicos no se quede sin moto.
Según informa el periodista de El Periódico, Emilio Pérez de Rozas, el paddock se mueve para que Lorenzo no se quede sin moto. Lim Jarvis también lo hace, la Yamaha no ha vuelto a funcionar desde su marcha a la fábrica de Bolonia, por lo que en Yamaha le preparan un hueco en el próximo equipo satélite que sustituirá a Tech3, evidentemente no volvería al equipo de fábrica donde no tiene sitio tras las renovaciones de sus pilotos, pero contaría con la misma moto, una moto de fábrica con otros colores. Yamaha prepara la vuelta de un Lorenzo que tendrá que aceptar correr para un satélite y rebajarse la ficha.