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El partido que no fue

El último Superclásico con lluvia / Clarín

Después de horas de incertidumbre, la CONMEBOL decidió postergar la ida de la final de la Copa Libertadores 2018 entre Boca Juniors y River Plate por la lluvia torrencial que sufre la Capital Federal y Buenos Aires en los últimas horas (80%). Además, gran parte de la decisión pasó por la posibilidad de las tormentas eléctricas que le harían corres riesgo a los protagonistas.

A las 13 horas distintos representantes de la Confederación Sudamericana de Fútbol salieron a pisar el campo de juego de la Bombonera, hora en la que se abrieron las puertas al público, en el momento más intenso de la lluvia. Después comunicaron que después del temporal, se podría jugar sin inconvenientes el partido por el buen estado que presentaba la cancha.

No obstante, estos dirigentes no estaban enterados de que finalmente el estadio iba a quedar con muchos charcos y espejos de agua, pese al optimismo del intendente del estadio, Fernando Jauregui. Por dicho motivo se habló de jugar a las 19 horas, pero la seguridad no se amigó mucho con la idea de que el encuentro y la desconcentración de público sea superando las 21 horas.

Así estaba la Bombonera / Infobae

Luego de millones de idas y vueltas, la CONMEBOL publicó un tweet que dejó en claro a todos lo que iba a ocurrir. En el mismo citaba lo siguiente: “Por motivos de fuerza mayor el partido queda suspendido para mañana, domingo 11 de noviembre a las 16:00 h.”, después de que Roberto Tobar, el árbitro, confirme que la pelota no giraba en el terreno de juego.

El problema es que para mañana se espera que nuevamente el clima presente estas deplorables condiciones e incluso empeoren. También se habló de que jueguen el lunes o miércoles, pero se esperan lluvias hasta el miércoles, inclusive. ¿Qué pasará?

Pronóstico para los próximos días / Captura de Google

Escrito por @CHBSports

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