La Europa League da una alegría al Villarreal
Un solitario y tempranero gol del Pedraza le valió al Villarreal para llevarse el triunfo en Lisboa y tener una alegría en medio de su delicada situación en Liga
El primer balón fue para el Sporting. Los lisboetas acabaron rifando la pelota con un pelotazo en largo de Salin aunque un mal control de un jugador del Villarreal provocó que recuperasen la pelota. De hecho, el conjunto groguet no tocaría balón hasta el minuto 3′ cuando un golazo de Pedraza los adelantaría en el marcador. Samuel Chukwueze encaró la banda derecha dejando atrás a sus perseguidores, se metió al área, la puso atrás y Pedraza fusiló a Salin. El lateral llegaba desde segunda línea para sorprender a la zaga lisboeta.
Con el 0-1 lo intentó el conjunto local que se encontró con los puños de Fernández. El portero voló para despejar con los puños el centro desde la banda izquierda. Poco después, Bas Dost busó un remate muy complicado a un centro desde la banda izquierda. Bruno Gaspar buscó el espacio para poner el balón a su compañero y el balón superó al delantero holandés por varios metros.
En el 13′, Salin salió para blocar el centro raso de Pedraza. La jugada estaba siendo preciosa con varios toques al primer toque y desarrollándose en el carril izquierdo. Falló el último pase. La primera clara de los portugueses llegaría en el 18′. Bruno Fernandez no pegó bien al balón y se salió desviado por la parte izquierda de la portería. El Villarreal fue retrocediendo y no salió a presionar a Bruno.
Tocaba el Villarreal en el círculo central con intencción de acercarse a la portería de Salin. Desde el gol no habían tenido más ocasiones de peligro. En el 27′ tuvo que abandonar el partido Bruno Gaspar roto. El ex de la Fiorentina notó el pinchazo en el sprint con Pedraza cuando se dirigían al balón. Se retiró en camilla, entró Ristovski.
El gol no afectó al Sporting, cada vez estaba más cerca de la portería del Villarreal. Los de Javi Calleja replegaban sus líneas tanto que se estaban metiendo en un serio problema. A los amarillos les costaba retener el balón más allá de su campo. En cambio, el Sporting se sentía a gusto con esa situación y se notaba en el ambiente que estaba cerca el gol del empate de los lisboetas. Sin embargo, la defensa amarilla estaba haciendo una brillante labor ante las constantes internadas de los portugueses por ambas bandas, y el gol no llegó al descanso.
Ya en la segunda mitad, Salin salió a por uvas y por un mal entendimiento el balón no fue gol. El esférico se estrelló en la cara de Bacca, que no se esperaba ese pase y no reaccionó a tiempo para finalizar. Arrancó fuerte el submarino amarillo que poco después lo volvió a intentar. Pedraza controló el balón en el área chica y se la dio a Fornals, que acabó con un disparo al primer palo. El portero evitó el gol con una mano que mandó el balón a fuera.
El Villarreal salió con otra cara en la segunda mitad con un dominio más claro del balón y saliendo a por el segundo gol. Por su parte, los locales probaron con un disparo lejano de Jovane Cabral. Ese fue el recuerso elegido por el Sporting en esta jugada , la ausencia de espacios le dejaban una sola opción. El conjunto groguet tenía el partido bajo control y Pedraza tuvo otra ocasión. El lateral buscó sorprender a la zaga rival con otra internada para acabar con un disparo cruzado. El balón fue a ras del suelo hasta salir por el fondo de la portería.
En el 68′, el portero del Villarreal hizo la parada de la noche a un disparo a bocajarro cerca del área chica de Bas Dost. El balón llegó a botar antes de llegar a la mano de Andrés. Cuando más estaba sufriendo el Villarreal con una nueva ocasión de los lisboetas al palo, el Sporting se quedó con diez al ver Acuña la segunda amarilla.
Se encaraba por tanto el tramo final del encuentro con el Villarreal por delante en el marcador y con un jugador más en el terreno de juego. En el 82′, Salin blocó el centro-chut de un activo Pedraza. Estaba completamente solo el lateral del submarino amarillo, la defensa del Sporting descuidó el carril izquierdo y le pudo costar el segundo. Se consumía el tiempo en el José Alvalade y el triunfo groguet estaba cada vez más cerca en un duelo con poca emoción y ocasiones en su tramo final.
El Villarreal salía del partido de ida de dieciseisavos con la ventaja del gol de Pedraza y volvía a casa con una alegría con la que encarar una Liga en la que la reacción es más que obligada.