Con las ideas claras y el play-off en mente

El Oviedo llega al derbi después de regresar a la senda del triunfo. Los de Juan Antonio Anquela intentarán asaltar El Molinón para tener opciones de acabar la jornada en la zona noble de la tabla

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Semana muy especial en Asturias. El próximo domingo, El Molinón acogerá el gran derbi del Principado. Sporting y Oviedo se jugarán algo más que tres puntos sobre el verde del municipal gijonés. Y no solo por lo especial que es el encuentro. También por la situación de ambos en la tabla de clasificación. El cuadro carbayón vive más cómodo que sus vecinos, al menos por ahora. Está a un punto del play-off de ascenso a Primera División. Además, tras tres semanas sin lograr los tres puntos, los azules se reencontraron ayer con la victoria en un duelo donde la clave estuvo en el acierto en ambas áreas. Un triunfo que da confianza al equipo de cara al gran derbi.

Cómo llega el Oviedo a El Molinón

  • Un gran 2019 por ahora. El nuevo año trajo ilusión y esperanza dentro del Real Oviedo. Los problemas que se venían dando en los últimos meses de 2018 se cambiaron por grandes resultados que han permitido al equipo reengancharse a la parte alta de la tabla. Porque si antes de Navidad el equipo se marchaba a ocho puntos de la zona noble, ahora se encuentra inmerso en la pelea por unas posiciones que tiene a un punto de distancia. En 2019, el equipo suma siete victorias, dos empates y otro par de derrotas. Números que llaman a la esperanza de volver a conquistar el derbi asturiano.
  • Saúl ha vuelto para quedarse. En el encuentro del pasado domingo frente al Nástic de Tarragona, Berjón regresaba al once titular. Lo hacía con la necesidad de darle al equipo la chispa necesaria para llevar el peligro a la meta visitante. Al Oviedo le estaba costando tener claridad en los metros finales. Se atascaba cuando llegaba a tres cuartos de campo. Y el ‘10‘ fue la solución. No acertó en la primera mitad, pero fue clave en la segunda. El equipo se movió al ritmo que él marcó. Cada vez que tocaba el balón pasaban cosas. Dio el segundo gol y se llevó una sonora ovación en su retirada del césped.
  • El acierto en las zonas decisivas del campo, clave. El Oviedo venía acusando en las ultimas semanas su falta de acierto en las áreas. Pero el encuentro ante el Nástic dejó a las claras que el equipo parece haber corregido, en parte, esta situación. El cuadro de Juan Antonio Anquela fue superior a su rival en los metros decisivos. En la parte atrás, una buena actuación defensiva y un imperial Champagne bajo palos lograron dejar de nuevo la puerta a cero. Arriba, los azules aprovecharon las que tuvieron. Joselu y Christian devolvieron la confianza al equipo en forma de tres puntos.
  • El balón parado, el gran problema del equipo. Si en el anterior punto decíamos que los problemas en área propio estaba solucionados en parte es porque hay un factor que preocupa. Al Oviedo le hacen mucho daño en las jugadas de estrategia. El equipo ya ha perdido muchos puntos por encajar en este tipo de acciones. Y el encuentro ante el Nástic dejó a las claras que el problema aún permanece. Es verdad que la pelota parada también da alegrías, ya que el cuadro asturiano, en ataque, aprovecha las que tiene. Pero atrás, la tensión que vive en cada balón parado es muy alta. El domingo no entraron, pero el cuadro catalán remató la mayoría de las acciones a balón parado. Algunas de ellas estuvieron a punto de costar un disgusto.
  • No da miedo salir del Tartiere. Hay un aspecto en la temporada del Oviedo que no pasa desapercibido. Al equipo no le cuesta jugar a domicilio. Desde el regreso a Segunda, los azules se sustentaron gracias al fortín del Carlos Tartiere. Siempre se sacaba lo de casa, pero algo fallaba fuera. Esta temporada, esa asignatura se ha superado. El cuadro de Anquela ha sacado 18 puntos a domicilio, que sumados a los tres que competición le otorgará en su duelo ante el Reus provocará que sea la mejor temporada a domicilio desde el regreso. Otro factor para tener fe de cara al derbi, aunque el Oviedo no estará solo.
  • La ilusión de volver a reinar en Asturias. Y que el Oviedo no esté solo en El Molinón se debe a la gran marea azul que volverá a acompañar al equipo fuera de casa. Unos 1.200 oviedistas estarán en las gradas del coliseo sportinguista para apoyar de forma incondicional a su equipo. Ya lo hicieron la pasada temporada, cuando el Oviedo sumó un punto gracias al tanto de Toché en la recta final del encuentro. Y lo volvieron a realizar en los dos derbis que se han jugado en el Tartiere. La pasión por unos colores. La ilusión de seguir reinando en el derbi asturiano. Un encuentro que el Oviedo no ha perdido desde el reencuentro.
  • El play-off, a tiro. Como venimos diciendo, al margen de lo especial que tiene este encuentro, el Oviedo se juega mucho en la tabla de clasificación. Lo primero, porque si gana eliminaría, probablemente, a un rival directo. Lo segundo, porque el equipo podría salir de El Molinón metido en la zona de play-off. Y ya saben que pasar la semana entre los seis primeros es motivo de satisfacción, y más si lo has conseguido por ganar en casa del eterno rival.

Imagen destacada: realoviedo.es

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