El Rayo se lleva los tres puntos de Riazor
El Rayo Majadahonda fue superior a un Deportivo al que le faltan ideas y gol y que acumula 7 jornadas sin vencer, sin contar el partido ante el Reus
Arrancaba el partido en el Abanca Riazor con la primera posesión para el Rayo Majadahonda. Sin embargo, el primer acercamiento sería para los locales. La colgó Diego Caballo desde el perfil zurdo y el sevillano Carlos Fernández la remató con la testa. Se marchó ligeramente cruzada sobre la puerta de Basilio. Poco después despejó Morillas otro centro de Caballo buscando a ese doble ‘9’ Quique-Carlos.
No tardaron los madrileños en enseñar su carné de identidad. No viniero a Riazor a ceder el balón y esperar a la contra. Pretendían salir jugando y marcarse un de tú a tú frente a los de Natxo. De hecho en los primeros compases, encontró Varela el desmarque de Ruibal a la espalda de la defensa, pero se encontraba adelantado. Poco después, cayó Carlos Fernández con Morillas dentro del área. Reclamaba el punta coruñés que el zaguero del Rayo le agarró levemente y por ese motivo no pudo llegar al balón. No señaló nada el árbitro.
Salió crecido el Depor, con una alta dosis de determinación en el primer compás del encuentro llegando por oleadas. El Rayo Majadahonda buscaba aplacar ese inicio intenso a través del balón.Y le dio resultado porque tuvo en el 15′ una ocasión clara. El centro templado desde la derecha lo sacó de puños Dani Giménez. Le quedó el rechace a Enzo, en la frontal, con el meta ya batido, pero su remate no cogió puerta. Aviso del Rayo.
Un aviso al que no tardó en seguir otra llegada majariega obra de Manu del Moral. Otro golpeo lejano que se marchó cerca del larguero de la meta de Dani Giménez. Y no hay dos sin tres. Se despistó Dani Giménez en una cesión con Pablo Marí y se libró de un buen disgusto. En la presión a punto estuvo de robarle Héctor en franca ocasión para marcar. Apareció en su ayuda Duarte. Y otro intento de Ruibal. Esta vez en forma de vaselina. Estaba sufriendo el Dépor y estaba tomando el partido cariz de ida y vuelta. Dejaba el Majadahonda a sus tres puntas adelantados.
Seguía el asedio majariego con una nueva llegada. Apareció providencial Duarte para rebañársela a Héctor cuando ya armaba la pierna para fusilar. Buena combinación del Rayo, con un acertado Fede Varela en la construcción. Sin noticias en ataque del Dépor ante un Rayo mucho más cómodo, que estaba inquietando con su tripleta ofensiva. También lo intentaron los visitantes a balón parado. Falta peligrosa en el pico del área que botó Benito, al primer palo fuerte, para que lo enganchase Héctor y su golpeo se perdió por encima de Dani Giménez. La grada empezaba a impacientarse en Riazor.
No estsaba cómodo en el juego, que apenas tenía continuidad y que seguí sin ver cómo sus futbolistas más determinantes entraban en juego. En la cara opuesta los de Iriondo, excesivamente cómodos en el feudo blanquiazul. De hecho, Héctor perdonó el 0-1. Arrancó Benito a la carrera y se encontró con el espacio para generar peligro. No retrocedió bien el Dépor, que dejó sin marca a Héctor en el cogollo del área. Su remate, de cabeza, algo forzado, lo blocó Dani.
Con la siguiente ocasión rayista se enfadó Riazor. Otro galimatías de ataque del Rayo, con Fede Varela en el origen, y otra oportunidad de Héctor, que se había quedado solo frente a Dani. Su remate lo repelió el meta. La grada contesóa. No le gustaba lo que estaba viendo y es que llegaba al descanso con el 0-0 en el marcado tras una primera parte en la que Rayo llevó el control del encuentro y tuvo más ocasiones.
Arrancaba la segunda mitad con movimientos en ambos banquillos y varias amarillas. No tardó en llegar el gol de los majariegos que recibían así el premio a su buena primera mitad. Se adelantaba el Rayo Majadahonda en una contra, tras no entenderse en ataque Nahuel y Carlos. Balón largo que recibió Ruibal de Óscar Valentín a la espalda de la defensa para batir con la diestra, cruzado, a Dani Giménez.
Los de Natxo continuaban incapaces de formular juego, de crear ocasiones… muy mala imagen del conjunto blanquiazul. Intentaba reaccionar el Dépor pero le faltaba acierto. Estaba más entonado el Depor, que ya fuese por el contexto del partido o por la necesidad, jugaba ya constantemente sobre terreno majariego y trenzaba pases más verticales. Esperaba el Rayo atrás para matar a la contra con la velocidad de Ruibal.
Empezaba el partido a convertirse en un asedio total sobre las inmediaciones de Basilio, allí donde estaba acabando arrinconado el Rayo Majadahonda ante la insistencia del Depor, que buscaba esa dosis de clarividencia en los últimos metros. Cuando parecía que podía llegar el empate, llegó el segundo. Calcado al primero. Le bastó a Ruibal un zarpazo para apuntillar. Recibió fuera del área Aitor, en balón largo de Luso abierto a la izquierda. Controló, se fue hacia adentro, y acabó cruzando sobre Dani.
En el 81′, el centro vino desde la banda izquierda, por parte de Vítor Silva. Cabeceó Carlos Fernández, girando la testa, pero su envío se marchó fuera. Seguía sin marcar el Dépor, sería, de no lograrlo, el tercer partido consecutivo sin hacerlo. En el tramo final del partido, el Rayo se vio obligado a jugar con diez. No pudo seguir Carlitos, al que se lo tuvieron que llevar en camilla debido a sus problemas, parece que en el gemelo. Debía jugar con diez el conjunto majariego los últimos minutos del partido.
Ni una ocasión de gol. Ni la menor reacción de ímpetu. Un Dépor que ha vagado por el campo y que estaba acabando con uno más. El público esperaba el final del partido para manifestar de forma sonora como hizo durante el encuentro su malestar por el poco juego de un equipo llamado al ascenso. Por su parte, gran partido del Rayo que aguantaba con diez su marcador favorable.
Se llegaba al pitido final y se confirmaba un triunfo vital para los majariegos que dieron la sorpresa y fueron superiores a un Deportivo que no levanta cabeza y pone en riesgo hasta su plaza en Playoff de seguir así. Siete partidos consecutivos sin ganar. Por medio, los tres puntos sumados por decreto ante el Reus. Su último triunfo en el césped, ante el Granada hace dos meses.