La vinculación entre Real Valladolid y el técnico Miguel Rivera como preparador del filial llega a su fin después de dos temporadas en las cuales el entrenador ha logrado el objetivo de mantener al Promesas en la Segunda División B.
El malagueño llegó al filial en la campaña 2017-18 para asumir las riendas del equipo a partir de la jornada 6, en sustitución de Carlos Pérez Salvachúa. La meta era hacer que el Real Valladolid B mantuviese su puesto en la categoría de bronce del fútbol español, algo que Rivera logró con solvencia.
Mismo objetivo y mismo éxito en esta temporada 2018-19, en la cual el filial ha acabado en la undécima posición tras asegurar la permanencia en la última jornada merced a 12 victorias y 13 empates a lo largo de los 38 partidos ligueros.
No solo eso, sino que a las órdenes de Miguel Rivera han sido varios los jugadores del Promesas que han disputado minutos este curso con el primer equipo: Apa, Miguel, El Hacen, Salisu y, especialmente, Waldo, quien tuvo ficha en LaLiga en el tramo final de campeonato.
De esta forma Miguel Rivera se despide del banquillo blanquivioleta tras 71 encuentros que han prolongado una dilatada trayectoria profesional. No obstante, el Real Valladolid ha ofrecido a Rivera este martes continuar dentro de la estructura deportiva del club y está a expensas de que dé una respuesta a esta oferta.