Ferrari ha vuelto a fallar. Y no importa cuando se lea esto, porque está comenzando a ser una rutina. Hoy en Alemania, la mecánica ha dejado tirados a ambos pilotos. La cara de la moneda ha sido Mercedes. En otro Gran Premio que parecía ser gris, han vuelto a salir del paso logrando una meritoria primera y tercera posición en parrilla. La fortuna está de su lado. Verstappen le ha vuelto a quitar las pegatinas a Pierre Gasly y Mclaren hoy sufrió algo más en la zona media que lideró Alfa Romeo y Kimi Raikkonen.
La jornada de hoy comenzaba tal y como había terminado ayer en cuanto a resultados. Tal parecido no existía en las condiciones meteorológicas. La temperatura descendía y el riesgo de lluvia hacía acto de presencia. Ferrari mandaba a una vuelta en los entrenamientos libres y Red Bull aparecía como amenaza. Mercedes defraudaba, pese a que estas condiciones ambientales debían beneficiarles. Bottas y Hamilton se quedaban lejos de Ferrari. Otra vez, como sucedió en Bahrein y Canadá, estaban por detrás.
La zona media se presentaba apasionante de cara a la sesión clasificatoria, incluyendo a un Pierre Gasly que volvía a ser aplastado por Max. Mclaren, Alfa Romeo, Haas y Racing Point demostraban su potencial que posteriormente les permitió estar en Q3.
Vettel y Leclerc, KO por problemas mecánicos.
La clasificación comenzó con una baja imprevista. Sebastian Vettel, sin poder completar una única vuelta, reportaba problemas de potencia. Al llegar a boxes, los mecánicos solo pudieron confirmar el desastre. Era imposible reparar la avería para que el alemán pudiera volver a salir a pista. También fue sorprendente el tiempo de Lando Norris. El piloto de Mclaren no pudo superar el corte y mañana saldrá desde la cola de la parrilla.
La Q2 dejó claro la igualdad máxima que hay en la zona media. Los cinco pilotos que no pasaron a la siguiente ronda, que pertenecen a equipos distintos, se quedaron a escasas décimas de lograrlo. Es más, tres de ellos no estuvieron en Q3 por tan solo unas milésimas como se puede observar en la tabla de tiempos.
La Q3 volvió a ser diferente. El máximo candidato a lograr la pole, Charles Leclerc, abandonaba el garaje tras comprobar que sus mecánicos no podían resolver otro problema mecánico que, esta vez, surgió en monoplaza. Los aficionados de la scudería no daban crédito a lo que acababa de ocurrir. Otro fin de semana tirado a la basura, otra ocasión de recortar distancias con Mercedes desperdiciada. Ferrari no levanta cabeza. Si una vez los culpables es un piloto, en otra es el equipo. Todo falla.
Pero la clasificación seguía adelante. Ya sin los coches rojos en pista, Lewis marcó el mejor registro, que no pudo mejorar en el segundo intento. Tampoco lo lograron Verstappen y Bottas que completaron el terceto de cabeza. En la zona media se impuso Raikkonen, seguido de Grosjean y Sainz.
Todo puede pasar
Esta clasificación deja una extraña sensación, en especial por la catástrofe de Ferrari. Lo tenían todo a su favor para conseguir la pole, y por qué no, la victoria mañana. Pero aún no está todo perdido. Si las previsiones meteorológicas no fallan, se espera lluvia durante la carrera. Y eso es lo que necesitan Vettel y Leclerc. Una carrera alocada, marcada por las decisiones arriesgadas y los cambios de neumáticos puede ser la clave para evitar que Mercedes de otro golpe sobre la mesa para acabar de sentenciar, aunque estemos en julio, un nuevo título mundial. Y aunque no llueva, ambos Ferrari saldrán a por todas y sus remontadas serán dignas de ver. También habrá que prestar especial atención a las primeras curvas. Tras la primera se produce un estrechamiento, seguido de una fuerte frenada. A continuación, una recta larga, que se va ensanchando hasta llegar a la horquilla. Serán muchos puntos críticos y muchos pilotos con altas pulsaciones.
«No sé realmente cómo lo he hecho. No sé muy bien qué le pasó a los Ferrari. Esta pole es muy importante para nosotros, porque está es nuestro segundo Gran Premio de casa.» Lewis Hamilton
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