El pasado 14 de julio nos despertamos con la terrible noticia del accidente sufrido por el pívot balcánico en Bosnia, un shock instantáneo en el mundo del baloncesto que se volcaba en redes sociales con continuos mensajes para el hoy jugador de Estrella Roja.
A pesar de que en ningún momento se temió por su vida, la noticia del accidente conmocionó por completo a aficionados, excompañeros, compañeros, entrenadores, etc.
Durante los días siguientes, el nerviosismo en torno a su estado se mantuvo, teniéndose que someter Kuzmic a diversas operaciones en la cabeza y el pecho para solventar sus dolencias.
Su club, a través de sus redes sociales, iba informando al respecto de su estado, de cualquier mejora que se produjera en la salud del jugador, que permaneció en coma inducido durante cuatro días
Afortunadamente, desde el portal serbio “Tanjug“, se comunicaba en palabras del propio Ognjen, que la recuperación iba por buen camino y que estaba entrenando en solitario y a la espera de poder hacerlo con el grupo en las próximas semanas.
La carrera de “Kuzma” como así le conocen sus compañeros, ha estado sin lugar a dudas, marcada por la mala suerte, con lesiones graves en momentos cumbre, como la sufrida en octubre de 2017 en la primera jornada de Euroliga, en su debut europeo con el Real Madrid.
En el club blanco, las oportunidades tras la lesión fueron pocas, en un puesto donde su sustituto, Edy Tavares, se ha convertido en uno de los mejores del continente.
Este verano, había decidido retornar al Estrella Roja, donde firmó una gran campaña en la 2016-2017, lo que le valió el salto al equipo de la capital y donde esperaba reencontrarse con su mejor versión.