No es que hayan estado tranquilas en ningún momento de esta temporada, pero las aguas, en el Hércules bajan embravecidas. Hay temporal y marejada arbolada en Alicante con el Hércules y su rendimiento en el campo. No solo la afición está descontenta, el máximo accionista y los dirigentes del club ya han alzado la voz. Juan Carlos Ramírez y Carlos Parodi hicieron ayer una visita al vestuario. No fue de cortesía, sino para dejar cuatro cosas muy claras.
El máximo accionista exigió al vestuario una reacción inmediata. Cabe recordar que el arranque del Hércules es de los peores que se recuerdan en la centenaria historia del club, con el equipo marchando tras trece jornadas en el puesto decimosexto (play-out). Algo que ha hecho estallar a Juan Carlos Ramírez, que inyectó en la sociedad una alta suma de dinero para poder formar una plantilla aspirante al ascenso. El mal partido que realizó el pasado domingo frente al Valencia Mestalla fue la gota que colmó el vaso de la paciencia del vasco.
El empresario exigió al vestuario una reacción inmediata en juego y resultados. De no llegar soslayó la amenaza de hacer una criba en el mercado invernal con muchas bajas en la plantilla. El propio capitán del equipo, Diego Benito, confirmó que en el vestuario se dijeron esas cosas, pero compartió la sensación malestar con el rendimiento. Lo hizo incidiendo en que ellos saben que son los primeros que no están dando el nivel mínimo exigido y que se trabaja para mejorarlo. Primera oportunidad para hacerlo, este domingo a las 17:00 horas en La Nucía.