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Machín no mejora a Gallego

Espanyol

Se suele decir que para efectuar un relevo en el banquillo debe tenerse muy claro que ese es el problema. De no serlo, es muy probable que la situación del equipo no cambie de forma sustancial. Esto es lo que todo indica le está pasando al Espanyol. El cuadro perico destituyó a David Gallego tras ocho jornadas y en su lugar llegó Pablo Machín.

El soriano asumió las riendas del cuadro blanquiazul con cinco puntos en la tabla y a tres puntos de la permanencia. Seis jornadas después, el equipo solo ha sumado cuatro puntos más, situándose con nueve y a cinco de la permanencia. Machín no está mejorando los números de su predecesor y ayer estalló, reclamando ya de forma pública y notoria una ‘revolución’ en el mercado de invierno. No usó específicamente la palabra fichajes, pero quedó muy claro a que se refería el ahora técnico perico.

Algo de lo que se sustrae el problema con el que abríamos el artículo. ¿Era el entrenador el principal problema del Espanyol? Puede que fuese un problema, pero desde luego queda claro que no el principal. La plantilla del cuadro catalán no llega para jugar tres competiciones y cumplir objetivos de forma solvente. Tiene carencias notorias -Machín desde que llegó pidió un delantero- en muchas líneas y a todo ello se junta una plaga de lesiones que desesperaría al hombre más tranquilo.

Para la próxima jornada les toca, además, visitar el Santiago Bernabéu frente a un Real Madrid en el mejor momento de la temporada. Y lo hará con cuatro bajas seguras que, salvo recuperación milagrosa, serán seis. Naldo, Vargas y Javi López por lesión; más Víctor Sánchez por sanción, son ausencias seguras para el viaje a la capital de España. Pero lo normal es que a ello se unan dos más: las de Ferreyra y Piatti que apuran su recuperación, pero dificilmente llegarán a tiempo.

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