La nueva Copa del Rey nos está deparando partidos de mucho nivel. Equipos de categorías inferiores dando la sorpresa ante primeras, poniendo contra las cuerdas a equipos contrastados, e incluso llegando a eliminarlos. Es un formato brillante y atractivo, aunque las sorpresas y los milagros ocurren de vez en cuando. No siempre un primera llega con suplencias y sin ganas de jugar un partido poco atractivo para ellos. En este caso, el Comillas no tuvo alguna opción de competir un partido que el Villarreal dominó en todo momento.
Bacca se reconcilia
El Villarreal llegó con todo a Las Gaunas. Una expedición plagada de titulares hacía pensar que Calleja no iba a dar por ganado el partido. Solo tres canteranos formaban parte del once titular con el que el ‘Submarino’ afrontaba la primera ronda de Copa del Rey. Tal era el nivel de compromiso, que la delantera podría ser perfectamente un once titular liguero. El Villarreal no quería sustos ni vergüenzas, lo cual atentó contra las opciones del Comillas.
El partido se podía esperar de casa. Un Villarreal controlador contra un Comillas, que anda merodeando el descenso a Preferente, que esperaba el contragolpe. Ante el potencial ofensivo ‘groguet’ poco pudieron hacer los riojanos. Al descanso ya se fueron con un 0-2, resultado muy complicado de digerir para los locales. Para el Villarreal eran todo buenas noticias, pues además del buen reparto de minutos para los menos habituales, Bacca se reconciliaba con el gol.
Cazorla por fin
La segunda parte siguió el guion que ya se había escrito en la primera. El Villarreal no soltó el acelerador, demasiado nivel para el Comillas. Bacca completaba su hat-trick para coger una confianza que parecía olvidada de cara a puerta. Sin embargo, la mejor noticia del partido fue la vuelta del mago Cazorla. Tras casi un mes lesionado y perderse tres partidos importantes de liga, el asturiano volvía a probarse con buenas sensaciones sobre el campo.
El Villarreal cumplía con el trámite, y se aseguraba el pase a la próxima ronda de Copa del Rey. Este Villarreal quiere competirlo todo, y juega por y para ello.