Los problemas en el Tenerife van más allá del terreno de juego. Con el equipo en crisis en puestos de descenso a tres puntos de la salvación, el club busca refuerzos en el mercado de invierno. Nuevos fichajes con los que Rubén Baraja pueda optar a sacar al equipo de la delicada situación que atraviesa. Se estima que harán falta entre tres y cuatro incorporaciones como mínimo. Pero el problema radica en que para entrar, hay que dejar salir. Y no solo eso, sino que hay que vender.
El Tenerife necesita ingresar dinero por ventas para poder fichar. Se estima que debe recaudar en torno a un millón de euros a lo largo del mes de enero para poder reforzarse. Y lo cierto es que pocos jugadores del equipo son atractivos en el mercado. Luis Milla, Naranjo, Malbasic, Luis Pérez y muy poco más. En ese sentido la lesión de Borja Lasso ha sido un varapalo muy gordo para el club. No solo porque obliga a fichar un sustituto, sino porque también podría haber sido un posible objetivo en el mercado.
Eso sí, el club no ha tardado en recibir sondeos e incluso, según informó Pucela Fichajes, la primera oferta. Esa llegaría desde Valladolid, ya que el club blanquivioleta habría trasladado una oferta por Luis Milla en la que abonaría una cantidad cercana al millón de euros y ofrecería dos cesiones hasta final de temporada. Una de ellas sería la de Álvaro Aguado que apunta a salir cedido y cuenta con mucho interés en la categoría.
El centrocampista madrileño ya fue objeto de interés de varios equipos en verano, Valladolid incluido. Pero entonces el club chicharrero no quiso negociar y no llegaron ofertas formales por un traspaso. Además el Tenerife quería que Luis Milla fuese uno de los pilares de un proyecto destinado a ascender. Pero un proyecto que se ha torcido hasta límites insospechados.