El Real Madrid sigue pujando fuerte en su apuesta por hacerse con los jóvenes más talentosos del panorama futbolístico. Es un hecho que la política de fichajes del club blanco dio un giro radical hace algunos veranos y el cometido del club es ojear ese panorama y hacerse con esos futbolistas antes de que reciban el cartel de cracks.
También es un hecho que el foco principal de los ojeadores merengues se halla en Sudamérica, concretamente en Brasil; primero fue Vinícius, después Rodrygo, y ahora Reinier, apodado por algunos de sus entrenadores como ’el nuevo Kaka’, aunque hoy por hoy eso sean aún palabras mayores.
Con este fichaje, son ya 115 los millones invertidos por el club blanco en estas promesas brasileñas, demostrando que el conjunto de Concha Espina tiene una confianza ciega en el desarrollo y consolidación futbolística de estas apuestas de futuro.
Procedente del Flamengo, el joven de 17 años es uno de esos mediapuntas que disfruta arrancando desde atrás y llegando al área rival. Un talento al que no le quema el balón en los pies, que mezcla la potencia que le otorgan sus 185 centímetros con un talento natural que hace asegurar a los que han jugado con él que está destinado a heredar el ‘10’ de la Canarinha, dorsal que también lució el Balón de Oro de 2007, Kaka’, con quien le comparan.
El carioca, cuyo padre, por cierto, fue campeón mundial de fútbol sala también con la selección brasileña, siempre aseguró que Zidane fue el espejo en el que se fijaba, y casualidades de la vida, ahora será su técnico.