Llegados a este punto de la competición, con la segunda vuelta empezada y fuera de descenso, el RCD Mallorca debe reflexionar sobre las 17 jornadas que quedan y las 21 que se han disputado.
Los bermellones siguen fuera de la quema de una manera increíble. Sin conseguir sacar más de un punto fuera de casa, los de Vicente Moreno se han agarrado al efecto Son Moix, de donde han salido 17 puntos de los 18 cosechados hasta el momento. El equipo presidido por Kholberg muestra dos caras totalmente distintas cuando pisa Son Moix o cuando viaja a la Península.
Esta situación obliga al Mallorca a sacar el máximo rendimiento posible de sus partidos en casa. Cada punto perdido será una herida de muerte, siempre y cuando no se mejoren notablemente los números cuando los bermellones actúen de visitante. La mejoría es una obligación, si no la salvación se vuelve una quimera.
Próximas tres jornadas
En las tres próximas semanas, el Mallorca se enfrenta a su destino. La visita del Valladolid, la salida a Cornellà y la vuelta a casa contra el Alavés obliga al Mallorca a no perder en las tres próximas jornadas. Estos encuentros no van a decidir la salvación del Mallorca, pero si que pueden marcar un antes y un después en el devenir de la temporada y dejar atrás a algún rival.