El indomable Inter de Conte se lleva el derbi

Histórico e impactante derbi el que ha ganado el Inter de Milan. Los de Antonio Conte se sobrepusieron a un pésimo primer tiempo para terminar remontado (4-2) a un AC Milan que pareció dar la sorpresa. Zlatan Ibrahímovic se hizo presente en el clásico, siendo la figura más importante de los “rossoneros”, con gol y asistencia. Sin embargo, los esfuerzos del sueco y sus compañeros no pudieron con la posterior reacción de un Inter que busca volver a conquistar la Serie A. Brozovic, Vecino, De Vrij y Lukaku culminaron una actuación digno del mismísimo Oscar para un Inter indomable, que ya lleva 8 derbis sin conocer la derrota ante su eterno rival.

Este derbi lo empezó marcando Zlatan. El sueco era el nombre que resaltaba en todo el Giuseppe Meazza, tanto para propios como extraños. Odiados por unos y amados por otros, en Italia reconocen que parte de la remontada del AC Milan en la tabla es culpa de Ibrahímovic. Eso también se reflejo en el campo. El Inter ni siquiera pudo acomodarse en el campo cuando los de Pioli empezaron con un ritmo alto que no bajarían durante toda la primera parte. Con un buen planteamiento táctico, los “rossoneri” llevaron poco a poco al Inter a su propio campo. Ganando en la posesión, las divididas y segundas jugadas, el Milan era un vendaval que poco a poco se acerba al arco interista, donde estuvo Padelli y no Handanovic, aún lesionado.

Solo la defensa del Inter era capaz de frenar los constantes intentos milanistas. Por bandas, por el centro, por arriba, contra Zlatan; Godín, De Vrij y Skriniar tuvieron que multiplicarse para salvar su arco. Recibieron también la ayuda del palo, que repelió un misil raso de Calhanoglu. El turco fue un constante peligro para los de Conte por la libertad de acción, encomendado en descoordinar todo el sistema del Inter a partir de incomodar a Brozovic. No tuvo su mejor día el croata, incapaz de poder jugar y hacer jugar. El ex del Dinamo Zagreb estuvo siempre bien referenciado, teniendo que retroceder mucho para sacar el balón siempre en largo, debido a que el Milan le cerro las referencias más cercanas para sacar la pelota en corto.

Zlatan, decisivo en el área

Con el mediocampo contenido, los de Pioli tampoco estuvieron permisibles atrás. Sabiendo que el plan B era buscar a Lukaku, ni Kjaer ni Romagnoli daban un respiro al belga. Aunque este tuvo una única escapada que terminó en un disparo de Vecino que Donnarumma atrapo sin problemas. Lo único destacable de un equipo “neroazzurro” que no podía salir de su propio campo ante la agresividad del Milan en todo momento y cada sector del campo. El carácter de Zlatan se ha instalado perfectamente en los “rossoneros”, es la referencia, y sigue siendo un peligro en el área, tanto que fue “culpable” de los goles. Un pase largo de Kessié hacia el sueco dentro del área, culminó con este cediendo con la testa a Rebic, con Padelli dudoso si sacar la mano o no, que empujó al arco libre de marca.

Reacción interista

Ibrahímovic no se conformaría con eso. En tiempo añadido, estuvo bien posicionado para aumentar la ventaja del Milan en un saque de esquina que Kessié desvió. Parecía que la noche se le venía al Inter y que el Milan certificaba su reacción dando un mazazo a uno de los candidatos. Nada mas fuera de la realidad. Bastó una arenga de Conte dentro de camerinos para que el Inter sea el Inter de Antonio. Solo se necesito 2’ para que los “neroazurri” igualen el marcador, aunque, claro, el Milan tuvo mucho que ver en esto. Los de Pioli iniciaron con sus lineas muy juntas y cerca de su arco, dejaron libre a Brozovic y, peor aún, perdieron su agresividad. Brozovic, con tremenda volea, y Vecino dejaron sin voz al hincha interista, que aun iba a tener mucha energía que soltar.

Reposaron un momento cuando ambos equipos bajaron revoluciones. La batalla se traslado al medio campo, una lucha constante, enérgica, que pudo tirar para cualquier lado. Y fue para el de negro y azul. Tras un remate bloqueado por la zaga del Milan, un tiro de esquina de Candreva fue testareado sublimemente por De Vrij. Incrédula la cara de Pioli, Zlatan y compañía; extasiada las de Conte y su equipo. SI el planteamiento táctico fue la clave para el mejor tiempo del Milan en la temporada, todo se derrumbo con una mala decisión que Pioli quiso subsanar a la desesperada. Bonaventura, Leao y Paquetá ingresaron para sobrecargar el campo del Inter y encontrar el que hubiera sido un agónico empate. Los “rossoneri” se acercaron mucho, juntaron muchos hombres arribas y, en consecuencia, dejaron espacios. Lo que Conte quería en un duelo que entraba a su recta final

Lukaku sentencia

Ya había entrado para entonces Eriksen en busca de mantener el control del balón, desbordar a través de su buen pie y encontrar a Lukaku. Justo el contexto indicado se estaba dando. Si el danes tan solo estuviera en mejor forma, el partido se hubiera definido minutos antes. Para buena fortuna del espectador “local” y neutro, llego en los instantes finales. Un balón largo del danes para Vecino fue el preludio del final de la película. El uruguayo aguantó el balón en línea de fondo, toco a Moses y este tiro un centro directo a la cabeza de Lukaku, que gano a Kjaer en el saltó. Éxtasis “neroazurro” en el Giuseppe Meazza. El Inter resucito a tiempo para volver a tomar la punta, por diferencia de goles, de una Serie A más entretenida que nunca. Mientras aún espera a la Juventus, el Derbi de Milán sigue siendo suyo.