El encuentro de este sábado en Montilivi a las cuatro de la tarde entre Girona y Albacete enfrentará a dos equipos en lados opuestos de la tabla. Dos equipos que vienen en buenas dinámicas, con seis y cuatro partidos respectivamente sin conocer la derrota. Pero ninguno de los dos tiene nada hecho, el Girona no puede relajarse si quiere afianzar su posición de play-off, además de intentar optar al ascenso directo. En el caso del Albacete porque solo aventaja en un punto al descenso.
El colegiado del encuentro será el vizcaíno Iñaki Bikandi Garrido. En ambos clubes no les desagrada, a vista de los precedentes, su designación. Pero como en todos los equipos de la categoría preocupa el fuerte carácter del vasco. Con muy poca mano dialogante, autoritario e incluso a veces despectivo con los jugadores, su falta de tacto para controlar partidos que a veces suben de tono, siempre es un factor que no gusta a los equipos.
Porque en cuestión de precedentes no le ha ido mal del todo a ninguno. No es el mejor árbitro para el Girona, con tres triunfos en ocho partidos, pero tampoco el peor. Aunque su último precedente en el Tartiere fue muy protestado y le costó el cese de Juan Carlos Unzúe.
En cuanto al cuadro manchego le ha ido algo mejor. Cinco victorias en nueve encuentros previos con el lunar, eso sí, de las dos últimas.
