La mejoría del CD Tenerife en el último tramo de competición antes del parón por la emergencia sanitaria del coronavirus era notable. A excepción del partido de Oviedo, en el que se cayó tras una acción de simple mala fortuna, el Tenerife ha puntuado en siete de los últimos ocho partidos. 17 puntos logrados sobre un total de 24 posibles que han hecho que el club blanquiazul saliese de los puestos de descenso y los mire ahora con cuatro puntos de ventaja. Eso tiene un principal responsable; Rubén Baraja.
El vallisoletano llegó al CD Tenerife a principios de diciembre. Tras la destitución de Aritz López Garai y la interinidad de Sesé Rivero durante dos encuentros, Rubén Baraja cogió al equipo un punto por encima del descenso. Pero su inicio en el banquillo no fue bueno. Solo logró dos victorias en sus primeros seis encuentros ligueros. Hecho que hizo que el Tenerife a mediados de enero estuviese solo fuera del descenso por el golaverage.
A partir de ahí, y coincidiendo con el buen nivel en Copa del Rey frente a Real Valladolid y Athletic Club a pesar de su eliminación, espoleó al equipo. Enlazó la racha antes comentada y el equipo de Baraja respira ahora mejor y ofrece una sensación de seguridad y estabilidad que no se había visto antes de su llegada al banquillo del Heliodoro Rodríguez López.
Algo que ya logró previamente en Gijón
Lo que está viviendo ahora el Tenerife no es algo nuevo. Su llegada al Sporting en diciembre de 2017 fue similar. Entonces el equipo asturiano se hizo muy fuerte como local, pero decaía como visitante. Durante los dos primeros meses de Baraja allí esa irregularidad mantuvo al cuadro gijonés distanciado de su objetivo del ascenso a la máxima categoría.
Pero entonces, apoyado también por los fichajes de invierno, esa dinámica cambió. Logró enlazar doce encuentros sin perder y como local un total de diez victorias seguidas. El equipo se cayó, probablemente por motivos asociados al plano físico, al final y no ascendió, pero el precedente con el actual CD Tenerife es casi idéntico, aunque con objetivos distintos.