No siempre un relevo en el banquillo es bueno para un equipo. Este año en el Real Oviedo ha habido dos. Ambos, a corto plazo, le sentaron bien al equipo. Primero Javi Rozada logró enderezar un inicio tremendamente malo del cuadro carbayón, pero después el ovetense no logró alcanzar la regularidad para alejar al equipo de la zona baja. Por ese motivo principalmente fue cesado y llegó José Ángel Ziganda. El navarro debutó con derrota en un partido vital en Lugo, pero después empezaron las alegrías.
Dos triunfos consecutivos frente a Tenerife y Extremadura ante los que solo valía ganar han dado aire al club. Ahora mismo vive fuera de descenso, aunque con mucho trabajo por hacer cuando se reanude la competición. El navarro, tras más de 18 meses sin entrenar, firmó hasta final de temporada con el objetivo de lograr la salvación. No se condicionó su continuidad a ningún objetivo, de forma que ocurriese lo que ocurriese el navarro expiraba su vinculación a final de temporada.
Pero ahora el cuadro azul ya valora el escenario de su continuidad. Según adelante La Nueva España, el Real Oviedo quiere seguir contando con el ‘Kuko’ en caso de permanencia. Arnau, máximo responsable y con plenos poderes -siempre supeditado, eso sí, al visto bueno final desde México- en materia deportiva, quiere construir el que sería su primer proyecto propio en Oviedo en torno al navarro.
Arnau valora que el cambio en el equipo con Ziganda, junto con el paso adelante de varios jugadores fichados o no en invierno, ha sido determinante. El juego del equipo también cambió. En el apartado ofensivo el Oviedo tiene más mordiente y en defensa se palpa un cambio, con sólo dos goles encajados en tres partidos. Por ello está convencido de que debe continuar en el banquillo si logra la permanencia.