Es muy posible que pocos hayan aún oído hablar de Salim El Jebari El Hannouni (Madrid, 5 de febrero de 2004). Este mediocentro hispano-marroquí del equipo cadete del Atlético de Madrid tiene encandilados a todos los técnicos de la academia colchonera. Pero no solo a ellos. Es conocido el interés del FC Barcelona, PSG, Manchester City, Chelsea entre otros en poder incorporarle. En definitiva la crème de la crème europea, pero no se moverá de Madrid.
El Atlético ha logrado blindarle con un contrato profesional a largo plazo y una cláusula de 24 millones ideal para espantar a todos los ‘moscones’ que revoloteaban sobre él. El próximo curso, ya en edad juvenil, jugará con el primer equipo de la categoría del Atlético. Será el momento de empezar a testar la evolución del jugador tras esta firma.
Los que han sido entrenadores suyos destacan de él que es un centrocampista muy completo. Destaca precisamente por desenvolverse con criterio y resolución en cualquier posición de la medular. Sabe atacar con balón y ocupando espacios; defender y un derroche significativo en los esfuerzos. Una cualidad que muchos entrenadores (como Simeone por ejemplo) valoran casi tanto como ser resolutivo con muchas otras facetas.
A quien si se le escapa es a la RFEF
Aunque el Atlético sí ha estado atento para evitar que se le escapase, los técnicos de la RFEF no lo han estado tanto. El jugador, a pesar de haber nacido en Madrid, acudirá con la selección marroquí a la próxima Copa de África sub-17 primero y al mundial de la categoría después. Ha sido la federación del país norteafricano quien ha estado mucho más rápido para convencer al jugador de que representar al país de sus orígenes será mejor que en el ha nacido y criado.