Tardó tres encuentros, pero el Elche, tras el reinicio liguero ya se encontró así mismo. El equipo de Pacheta no había comenzado de buena forma la actividad liguera tras tres meses de parón con un empate, justito, ante un Extremadura que demostró más y una derrota en El Toralín donde fueron superados notoriamente. Eso sí, no todo fue negativo en ambos encuentros. En ellos, el cuadro franjiverde volvió a mostrarse como un conjunto letal en área contraria. Solo tiró 3 veces entre palos en ambos encuentros, pero logró 2 goles.
No es un dato baladí, ya que habla de lo poco que necesita el Elche para ver portería. Es el conjunto de LaLiga SmartBank que menos oportunidades necesitaba antes del parón para hacer gol y el confinamiento no le ha mermado esa capacidad. Sigue siéndolo y aumentándolo además. Si se fue al parón de la competición con un 42% de efectividad, ahora tiene un 44%. Para dar más dimensión a esta estadística, de sus rivales directos por el play-off, el siguiente más efectivo es el Mirandés con un 35%; nueve puntos porcentuales de diferencia.
Hubo que esperar al pasado viernes para que se viese a un cuadro franjiverde más reconocible. Un equipo que logró la victoria ante un rival directo como el Girona y que, además de los tres puntos que suma y no logra su rival directo, le devuelve a puesto de play-off. Aunque aún dista de ser el engranaje muy bien engrasado que era el cuadro de Pacheta antes del parón.
Ese equipo ya se pareció mucho más a aquel equipo vertical y que con muy poco generaba peligro y marca goles. Además es un conjunto que volvió a recuperar cierta solvencia atrás, apoyados con un gran Edgar Badía. El portero catalán es otro de los grandes motivos que explican la posición clasificatoria del cuadro ilicitano y ante el Girona con varias intervenciones lo volvió a demostrar. Ha habido que esperar, pero el Elche ha vuelto y quiere pelear por ese ascenso.