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Messi se queda, Barcelona lo secuestra; nadie pagó los 700M de rescate

En el fútbol como en la vida, lo que importan son las “formas”; no era la forma de irse, pero tampoco fue la forma de hacerlo quedar. Hoy el Barcelonismo festeja el “secuestro” del astro argentino, Messi se quedará un año más, pero no por deseo, sino por contrato.

Lionel Messi reveló que la directiva nunca le prestó atención en su deseo por salir ante un proyecto sin futuro, otro ejemplo de la pésima administración de Josep María Bartomeu, que no le dejó otra elección al futbolista que dar un golpe mediático para que se le escuchara, y tras una escandalosa derrota en Champions League, la decisión de abandonar el club tomó fuerza.

La comunicación no verbal que Leo deja notar en la entrevista, se le puede ver triste, dolido, cansado y sobre todo decepcionado. Su deseo era conocer nuevos horizontes, pero prácticamente lo obligaron a quedarse; el argentino dejo muy claro que se queda para evitar una disputa legal y hacer aún más dolora la salida.

Debido a la pandemia que resintió las finanzas de todos los equipos, nadie se puede dar el lujo de pagar 700 millones por un futbolista, ni siquiera por Messi. La directiva de Barcelona no permitiría otro caso como el de Neymar, no serían de nuevo ellos quienes perdieran en tribunales, legalmente estaban blindados.

Messi sabe mejor que nadie que su etapa ahí acabó, que ni el club ni él tienen más que darse entre sí, por lo que la decisión de hacerse a un lado era entendible. La salida era lo mejor para no manchar más el legado que durante 17 años construyó en el campo. Para él lo más importante es la institución, pero cualquier elección que tomara siempre habrá alguien que lo llame “dictador”, “pecho frío” o “traicionero”.

Hoy el barcelonismo duerme tranquilo al contar aún con el “mesías” (a costa de su propia voluntad), mientras se prepara para ver las últimas actuaciones de Messi como blaugrana, quien aseguró lo dará todo en el campo; esperamos que al final de ese año de contrato pueda tener una despedida como se merece, con campeonato y con la afición aplaudiéndole.

El Barca tendrá tiempo de planificar la vida sin el argentino, de perder la “messidependencia”, y sobre todo de tener una reestructuración comenzando con la directiva, que sumó un nuevo escándalo veraniego, uno más a la extensa lista de fracasos en los recientes años.

 

Por Diego de la Vega.

Twitter: @diegodelavm5

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