Volvía LaLiga a Mendizorroza y sería con un choque entre dos equipos que terminaron la temporada pasada en puestos contiguos en la parte baja de la tabla. El Real Betis, con Pellegrini ahora a los mandos, llegaba con las intenciones claras, empezar con buen pie. Por su parte, el Alavés no quiere sufrir tanto como otros años, por lo que empezar ganando los tres puntos en su estadio era tarea fundamental y Machín lo sabía.
Intensidad y dominio bético
Ninguno de los dos equipos se haría especialmente con el control del esférico desde un inicio. Aquel juego de control bético desapareció con Pellegrini para dar paso a un juego más directo. Desde un inicio se vería este tipo de juego plasmado y sería Joaquín quien podría haber marcado de cabeza el primer tanto. Los de Machín buscaban más el posicionamiento en el campo, sin que pudiera haber sorpresas de los béticos, pero estaba suponiendo un problema para sus delanteros, quienes se veían muy solos ante la defensa verdiblanca.
Poco a poco los béticos iban encontrando su sitio y los huecos que generaba Fekir en la zaga babazorra. El gol se veía más por parte andaluza que vasca pero si por algo destacan los delanteros del Alavés es porque aparecen cuando menos lo espera su rival. El miedo se iba apoderando poco a poco de Machín, quien había visto a Guido Rodríguez estampar el esférico al larguero y temía que el tanto verdiblanco llegara antes del descanso.
El parón para hidratación vino como agua de mayo para los discípulos del técnico soriano. Las palabras de Machín servirían para activar a un Alavés que se había dejado ir durante la primera media hora de partido y en la reanudación se volcaría para dar un primer susto a Claudio Bravo en su primer partido oficial con el Betis. Pero los minutos finales de la primera mitad parecía que iban a destacar más por la tensión e intensidad de los delanteros del Alavés y la defensa bética que por otra cosa, ya que habría varios encontronazos entre ellos.
Los cambios pueden ser decisivos
El Alavés sería otro al salir del túnel de vestuarios. El nuevo guardameta verdiblanco sacaría a relucir la calidad que había demostrado temporadas atrás como blaugrana o citizen, ya que Laguardia lo pondría a prueba en un saque de esquina. Pero poco tardaría el Betis en intentar volver a la senda que había marcado durante la primera mitad. Esta vez sería desde una falta fuera del área, donde Canales mandaría el esférico una vez más al larguero, ante la sorpresa de Pacheco, que pensaba que iba fuera.
El encuentro se había vuelto algo loco y ambos equipos buscaban ese ir y venir el gol que les diese los tres puntos. El problema estaba en que ninguno de los dos conjuntos concretaba realmente entre los tres palos y eso estaba salvando a ambos guardametas, además de sacar de sus casillas a los dos técnicos que debutaban este domingo con sus respectivos equipos.
Los minutos finales se acercaban y Manuel Pellegrini decidiría meter todo con Tello, quien debía dar velocidad y gol al Betis. No parecía que hubiera surtido mucho efecto hasta que en los minutos finales el extremo recibiría el esférico en la frontal del área, donde rompería el balón con su zurda al primer palo impidiendo que Pacheco evitara el empate. Un gol in extremis que daba los tres puntos a los béticos para empezar con buen pie esta temporada, dejando al Alavés tocado por este comiendo liguero.