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Valtteri Bottas, de aspirante al título a ‘segundón’ indolente

Valtteri Bottas se lamenta tras la carrera tras dejar escapar la victoria en Mugello. Imagen: soymotor.com

Valtteri Bottas ha vuelto a tirar por tierra una victoria que acariciaba con los dedos en un Gran Premio de la Toscana en el que lo tenía todo a favor para batir a Lewis Hamilton:

El piloto finlandés contaba con un ritmo fuerte y una cómoda primera posición tras la salida que le debería haber permitido gestionar la carrera y mantener a raya a su compañero de equipo. Sin embargo, una vez más falló en los momentos clave y se terminó desinflando. Así, puso en bandeja la victoria al seis veces campeón del mundo.

El fin de semana arrancó bien para un Valtteri Bottas que lideró cómodamente las tres sesiones de entrenamientos libres. Mostró un ritmo muy sólido en tandas largas y una gran velocidad a una vuelta, manteniendo así a raya a Hamilton el viernes y la mañana del sábado.

Pero a la hora de la verdad, Bottas volvió a quedarse con la miel en los labios. Hamilton se sacó de la chistera por enésima vez una vuelta mágica en la Q3, y cuando Bottas se disponía a pelearle la pole, una bandera amarilla provocada por una salida de pista de Esteban Ocon arruinaba la vueta del finlandés, que se quedaría a 59 milésimas del británico.

Un nuevo domingo en el que se esperaba mucho, pero se confirmó lo de siempre

Con esa igualdad entre los Mercedes llegó un domingo en el que se presagiaba una carrera con muy pocas oportunidades para adelantar, lo cual convertía la salida en un momento crucial de la carrera, y Bottas respondió. El finlandés adelantó a Hamilton por el exterior de la primera curva y dominó cómodamente la carrera hasta que, en la vuelta 9, un accidente múltiple en la relanzada tras un Safety Car causaba la primera bandera roja.

La resalida desde parrilla sería la prueba de fuego que dilucidaría si Bottas era realmente un candidato firme a la victoria, pero sucumbió ante la presión de un Hamilton que, a base de determinación, le devolvió la jugada de la primera vuelta. El inglés le superó por el exterior en una acción en la que el finés se mostró muy cauto y timorato y ni siquiera trató de apurarle la frenada a su compañero de equipo, dejándole el camino despejado hacia la victoria.

Bottas siendo superado por Hamilton en la primera resalida del GP de la Toscana. Imagen: @MercedesAMGF1

Pero la carrera volvería a darle una oportunidad a Bottas con otra bandera roja. En esta ocasión, fue provocada por un fortísimo accidente de Lance Stroll (Racing Point) a casi 300 kilómetros por hora en Arrabbiata 2, la curva más rápida del trazado italiano.

La tercera salida en parrilla le daba a Bottas la opción de volver a entrar en la pelea por la victoria, pero lejos de aprovecharla para disputarle el liderato a Hamilton, se metió en problemas perdiendo posición con Daniel Ricciardo (Renault), tirando por tierra sus opciones de victoria al perder la estela del seis veces campeón del mundo mientras peleaba con el Renault del australiano.

¿Condenado al segundo lugar?

Finalmente Bottas pudo dar cuenta de Ricciardo de nuevo, pero la idea y los planes de su carrera no eran estar compitiendo por volver a un segundo lugar, sino repetir lo que hizo al inicio de la carrera; sin embargo, se volvió a repetir lo sicedido en Bélgica y otras tantas carreras:

Vimos nuevamente a un Bottas blando e incapaz de dar la batalla a su compañero de equipo, dando lugar a un panorama similar al de los años de dominio Ferrari, cuando Michael Schumacher campaba a sus anchas por las pistas con Rubens Barrichello como un fiel escudero que se limitaba a asegurar puntos y que poco podía hacer. frente al “Káiser”.

De pelear por la carrera, a pelear por su acostumbrado lugar: ser segundo en el podio. Imagen: formula1.com

De esta forma, Hamilton afianza su liderato en el mundial aumentando la ventaja sobre su compañero de equipo hasta los 55 puntos.

Este nuevo fracaso de Bottas, que se descuelga de la pelea por el mundial, le deja en una posición aún más débil en Mercedes tras varios intentos fallidos de recortar la ventaja de Hamilton. Desde su victoria en el primer Gran Premio de la temporada, en Austria, el finlandés no sólo no ha vuelto a subir al primer cajón del podio, sino que no ha demostrado estar a la altura del equipo que ha ganado los últimos seis mundiales.

El año de Bottas, un buen resumen de sus debilidades

La lluvia de Hungría sacó a la luz las enormes diferencias entre Hamilton y él en agua, dejando en evidencia que Bottas no es uno de esos pilotos que brillan con luz propia al enfrentarse a situaciones adversas. Las dos carreras en Silverstone le hundieron aún más, perdiendo un podio cómodo en la primera y viéndose superado por Verstappen y Hamilton en la segunda en la pelea por la victoria.

El Gran Premio de España volvió a dejar en evidencia a un Bottas que acabó a casi cincuenta segundos de la cabeza. Mientras tanto, en Bélgica pudimos ver una de las escenas más surrealistas de la temporada y que, a su vez, define perfectamente el año del finlandés, ya que levantó el pie del acelerador cuando se disponía a adelantar a su compañero de equipo en la primera vuelta, adoptando una actitud impropia de un aspirante al título.

Bottas y una inexplicable desaceleración en el Gran Premio de Bélgica. Imagen: libero.com

En Monza todo el mundo pudo ver su gran punto débil, la lucha cuerpo a cuerpo, siendo incapaz de ir más allá de la quinta posición en una carrera que le daba la oportunidad de reengancharse a la pelea por el liderato del Mundial.

Ahora en Mugello ha vuelto a demostrar, igual que en Bélgica, que, al margen de no tener las manos de Lewis Hamilton, el gran problema de Bottas sigue siendo su carácter, achantándose una vez más ante el británico y dejando ver que no tiene ese gen competitivo y ganador que diferencia a los buenos pilotos de los verdaderos campeones.

La falta de carácter, su talón de Aquiles

Ese carácter del que tanto se habla y que tanto se cuestiona en el caso de Bottas es, sin lugar a dudas, su mayor impedimento para convertirse en un serio aspirante al título. Escenas como las de las dos resalidas en Mugello y, sobre todo, la cómica imagen de la primera vuelta en Spa-Francorchamps, negándose a meterle el coche a Hamilton, dejan en evidencia a un Bottas que, más que parecerse al Nico Rosberg campeón del mundo cuyo asiento heredó, le asemejan a los grandes segundones de la historia de la Fórmula 1.

La falta de ambición del finlandés es más propia de los Barrichello, Irvine o Coulthard que de un verdadero aspirante al título. Probablemente Bottas, a pesar de que en Williams demostró ser un piloto sólido y solvente, nunca fue consciente de que al aceptar la oferta de Mercedes en 2017 se enfrentaba a la comparación constante con dos campeones del mundo.

Decepción, una palabra que se repite en el discurso de Bottas
Bottas dice con frecuencia ante los micrófonos estar “decepcionado” tras los resultados de las carreras, pero no ha sido capaz de reaccionar para cambiar esa suerte. Imagen: formulapassion.com

La escena era enfrentarse a Lewis Hamilton, que sería su rival a batir, y Nico Rosberg, un campeón del mundo al que sustituiría y cuya sombra está resultando ser muy larga.

El caso de Rosberg es, probablemente, el ejemplo que deja en evidencia a Bottas, pues el Alemán, pese a no tener ni por asomo la velocidad de Hamilton, le arrebató el título en 2016 y le puso contra las cuerdas en 2014, llegando a la última carrera con opciones de ser campeón.

Pero Bottas es otro tipo de piloto, uno de esos que antes de entrar en el cuerpo a cuerpo con su compañero prefiere levantar el pie, no tener problemas con el equipo y asegurar así su asiento de cara al año siguiente. Y aunque así nunca podrá aspirar a pasar a la historia de la Fórmula 1, se ha afianzado en la parrilla y ha mantenido sin problemas el asiento que anhelan los dieciocho pilotos restantes, pero probablemente esa actitud tampoco sea suficiente para asegurar su futuro en Mercedes.

Bottas, sin tiempo de reacción

George Russell viene pisando fuerte, y aunque Mercedes haya confirmado a Bottas de cara a 2021, todo apunta a que la próxima puede ser su última temporada en el equipo de la estrella. La intención de Toto Wolff y la cúpula de Mercedes es darle la oportunidad al joven piloto británico, situando al finlandés entre la espada y la pared.

En caso de que este escenario se confirme, sería la constatación del estancamiento de la carrera de Bottas, que habrá pasado por Mercedes sin pena ni gloria. Será el enésimo caso en la historia de la Fórmula 1 de un aspirante a todo que acaba convirtiéndose en un segundón indolente.

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