Este lunes la UD Las Palmas vuelve un año a Montilivi. El campo del Girona es uno de los escenarios, junto con el Estadio de El Molinón, más malditos en los últimos años para el cuadro grancanario. La última victoria en territorio gerundense data del 8 de noviembre de 2014, o lo que es lo mismo, 6 años casi exactos. Entonces, los conjuntos entrenados por Pablo Machín y Paco Herrera se disputaban un ascenso que los canarios acabarían logrando en play-off, mientras que el Girona se quedaría apeado. El doblete que logró Guzmán Casaseca hizo inútil el de Felipe Sanchón para los locales.
Desde entonces la UD Las Palmas ha jugado allí, eso sí, solo en dos ocasiones más. Pero han sido dos derrotas dolorasos. La primera de ellas, en Primera División en 2018, por el resultado. El Girona le endosó un 6-0 a la UD Las Palmas que acabaría descendiendo. Olunga, con un hat-trick, Borja García, Portu y Stuani cerraron la cuenta. Pero en la del año pasado no fue menos. Un solitario tanto de penalti, muy protestado por el cuadro de Pepe Mel, supuso el único gol del partido al transformarlo Stuani en el único gol del partido.
Dos derrotas dolorosas que en Girona intentarán se conviertan en tres, ya que buscan alcanzar las posiciones altas de la tabla. Sin embargo la UD lleva en crisis de resultados a Montilivi y necesita cambiar su dinámica. Son tres encuentros ante el Cartagena (3-0), Albacete (1-1) y Real Oviedo (1-2) en los que no conoce la victoria. Algo que les acerca a la zona baja de la que no quieren ni oír hablar.