Aunque desde el vestuario no se quiere hablar de candidatura al ascenso, es innegable pensar que con 22 puntos de 33 disputados, el Sporting debe ser considerado ahora mismo como candidato al mismo. Un equipo con una progresión de 84 puntos (dos puntos por partido) no puede ser valorado para otro objetivo, pero lo cierto es que es un equipo con carencias. Es bien conocida la de tener una plantilla muy corta, pero también lo es su falta de gol.
A pesar de que haya sumado muchos puntos, rentabilizando mucho cada gol que marca, el Sporting tiene un problema con el gol. Suma el equipo de David Gallego, 11 goles anotados. Un registro que también llevaba a estas alturas la pasada temporada, aunque por entonces el equipo de José Alberto López ocupaba no el tercer puesto, sino el decimosexto. La diferencia son los goles encajados, ya que mientras el equipo actual solo ha encajado seis (Mariño tiene un coeficiente de 0,54 goles por partido), el del año pasado, encajó trece.
Pero esos once goles anotados siguen siendo un registro muy pobre. Concretamente el cuarto peor de todo el siglo XXI tras once jornadas. Solo en las temporadas 2002/2003 (4 goles); 2018/2019 (9 goles); y 2004/2005 (10 goles) empeoraban ese registro goleador. Todas ellas temporadas en las que el club rojiblanco cuajó temporadas mediocres en Segunda, muy lejos de los puestos altos.
Los ascensos de Preciado y Abelardo, más goleadores
Una buena comparación se puede realizar con los dos últimos ascensos. Tras once jornadas, en 2007, Manolo Preciado y su equipo sumaban un punto menos, 21, pero cinco goles más, 16. También encajó dos goles más que el equipo de David Gallego, ocho. Si avanzamos siete años, hasta 2014, encontramos el ascenso de ‘Los Guajes’. Dirigidos por Abelardo, tras 11 partidos jugados, también sumaba 21 puntos. Como Preciado, el equipo del Pitu encajó ocho goles en esos encuentros y marcó 15, solo uno menos que el del entrenador cántabro.
Sin duda el dato que mejor habla de este Sporting de David Gallego es su defensa y lo poco que encaja. Pero para poder optar de verdad al ascenso, toca mejorar el acierto de cara a gol. Es un hecho que si lo hace y mantiene su solidez peleará sin duda alguna por ese ascenso.