Como si de un personaje kafkiano, Antonio Sánchez se ha convertido en un jugador capital en los planes de Luis García Plaza. El canterano bermellón ha llegado a Son Moix aceptando un cambio de posición y que se aleja de su zona de confort, pero sin dejar ninguna duda de que se adapta sin problemas.
Sánchez volvió a su cuna futbolística después de diversos pasos firmes en Poblense, Barakaldo y Mirandés. En esos tres destinos cumplió y volvió mejor jugador que lo que era al marcharse. Sin queja alguna, aceptando su rol ha sabido esperar su momento para dar un golpe sobre la mesa de su casa.
Tras su última aventura lejos de los brazos del Mallorca acabó de confirmar su progresión y capacidad para formar parte del equipo de su vida. Ya en la isla, lo ha acabado de confirmar. De menos a más, Antonio se ha ido ganando la confianza del entrenador a base de kilómetros. A estas horas, mientras tú lees este artículo, sigue corriendo sin descanso, esperando a que llegue el Sporting.
Además, el centrocampista mallorquín se ha descubierto como un extremo con llegada. Ya suma dos goles e infinitas llegadas al área que ayudan a esa transición ofensiva que quiere ver en el campo Luis García. Antonio Sánchez es ese tipo de jugador que incomoda a los contrarios. Les saca de quicio, les echa del partido por su insistencia y su capacidad física.
Con 12 jornadas a sus espaldas, lo único que está en el aire de Antonio es su continuidad. El Mallorca ha hecho público su deseo de retener al mallorquín muchos años, pero todavía no se ha hecho ningún acercamiento oficial. Por parte del jugador no creo que haya ningún problema para su continuidad, pero la única realidad es que a partir de Enero podrá negociar con quien quiera. Por bien del club, debería ser el Mallorca ese club que luche por sus servicios.
A día de hoy, Antonio Sánchez sigue su particular metamorfosis que le llevará a ser ese jugador referencia en el club balear.