Una final. Así llegaba el partido al Alfredo di Stéfano con el Real Madrid asomado al abismo de la Europa League como tropezase. Los alemanes tampoco llegaban cortos de exigencias, pues buscaba certificar ser los mejores en el grupo de la muerte.
Karim Benzema rubrica la superioridad del Real Madrid
El Real Madrid salió mentalizado de la final que era, presionando muy arriba y queriendo adueñarse del esférico. Una situación que no le disgustaba al Borussia Mönchengladbach, que cedía el balón y esperaba su oportunidad. Pero le salió mal. Desde un centro lateral de Lucas Vázquez al segundo palo llegó el primero del conjunto blanco, en el minuto nueve, con un cabezazo magistral de Karim Benzema al que pudo hacer poco Yann Sommer.
El gol espabiló al Borussia Mönchengladbach. Los alemanes subieron la presión, metieron más velocidad a la contra en sus ataques, buscaron crear un poco más con balón… Y el Real Madrid buscaba no bajar el pistón ante el crecimiento de los hombres de Marco Rose. En el minuto 25 casi funciona el plan inicial teutón: salida en velocidad en la trasición ofensiva, Alassane Plea se quedó delante de Thibaut Courtois, y no acertó ante el belga.
A pesar del conato de crecimiento del Borussia Mönchengladbach, el Real Madrid volvió a golpear en forma de gol. En el minuto 32, con las sensaciones in crescendo, llegó el 2-0. Rodrygo Goes, que estaba cuajando un grandísimo partido, se inventó un centro medido al segundo palo, desde la banda derecha, rompiendo a Nico Elvedi, y brindando a Karim Benzema un cabezazo libre de marca para volver a batir a Yann Sommer.
No renunció al balón el Real Madrid, amo y señor del partido. Ese gen de la UEFA Champions League que tanto ha dado al conjunto blanco apareció. Era una final, y los madridistas sólo saben ganarla. El Borussia Mönchengladbach estaba fuera del partido. Hasta anularon un gol a Luka Modric por previo fuera de juego de Raphaël Varane. El descanso fue la mejor noticia que cayó para los alemanes.
Partido controlado
El Real Madrid no perdió ese hambre ganador. Si podía ganar de cinco, mejor; el 2-0 se quedaba corto. Presión arriba, asfixiando a Borussia Mönhengladbach, con control absoluto de la posesión… Pero los alemanes, que metieron jugadores nuevos para probar cosas nuevas desde el vestuario, respondieron con la misma presión.
Las ocasiones fueron disminuyendo. A base de fútbol, el Real Madrid durmió el partido, controlando y atando en corto al Borussia Mönchengladbach, y paseándose y exhibiéndose por el Alfredo di Stéfano, dando un golpe sobre la mesa para acallar las dudas y meterse en octavos de final de la Champions League con todo merecimiento.
El tercer gol rondó con una doble ocasión entre Sergio Ramos y Karim Benzema, Lucas Vázquez al palo, Alassane Plea también tuvo un par de tentativas… Pero el peligro poco a poco fue decayendo con el paso de los minutos. Partido de mediocampo, de control del esférico, de velocidad en bandas con las incorporaciones nuevas…
El Real Madrid pudo con la amenaza de jugar en la Europa League. Se impuso al Borussia Mönchengladbach, fue muy superior, recuperó sensaciones, y le da una vida extra a Zinedine Zidane. Una final más que salva el conjunto blanco… Y no será la última. El Atlético de Madrid ya espera.
