Aunque la Junta General de Accionistas del Girona no tuvo ni el más mínimo oleaje para aprobar las cuentas y el presupuesto de esta campaña en curso, la marejada sí está presente. Lo está en el apartado económico donde es una realidad el club no está bien. Y no lo está porque el golpe de no ascender la pasada temporada, unido a las pérdidas directamente ocasionadas por la pandemia han hecho que en el club prevean un desfase de 8 millones de euros en pérdidas.
Eso sí, como toda previsión puede acabar siendo menos o más. En gran parte dependerá de lo que el propio club haga y en cierta medida también de que el impacto de la pandemia se vaya mitigando con la gradual reapertura de estadios y otras actividades que generan dinero para la entidad. Pero lo cierto es que si el Girona no asciende en junio, ese desfase de ocho millones tendrá que ser corregido y aunque en el club hay calma total al respecto, es una cantidad muy importante.
Las vías son dos principalmente. Ampliación de capital del City Group o Marcelo Claure (sus dos máximos accionistas) o venta de jugadores. La vía de aumentar los ingresos o reducir los gastos actuales se estima en insuficiente para compensar esos ocho millones, aunque podría ayudar. En definitiva, el Girona se juega en el primer semestre de 2021 su estabilidad económica. De no lograrlo, vendrán tiempos de difícil marejada por Montilivi.