Con la ley del silencio y de la censura impuesta desde el Sporting en Mareo para que no se conozcan los nombres de los infectados (aunque tarde o temprano se sabrán), el equipo ha comenzado, de forma atípica y con un día de retraso sobre lo previsto, la preparación para el duelo del Anxo Carro del próximo lunes. David Gallego tendrá que recomponer la convocatoria y el equipo titular más reconocible ante las nueve bajas por COVID-19 que tendrá con seguridad. El técnico catalán dispone de esos cinco días para adaptarse a las circunstancias. Y ya trabaja para confeccionar un plan ‘de emergencia’ para ese partido frente al cuadro albivermello.
Por ahora lo que destaca en Mareo, cerrada más a cal y canto que nunca, es la frenética actividad de test. Los miembros de la plantilla y el filial que no han dado positivo se han sometido ya a más de una ronda de test para, si surgen nuevos contagios, detectarlos con celeridad. Por ahora se quedan en nueve, más el de un miembro del equipo de trabajo de David Gallego, el total de ellos. Pero la preocupación en el club es máxima.
De esta manera este pasado miércoles, penúltimo día de 2020, se ha recuperado la actividad deportiva en Mareo. En grupos separados por precaución, un total de 19-20 jugadores se ejercitaron para preparar el partido del lunes. Todos ellos, salvo contratiempos físicos en forma de lesiones o nuevos contagios, apuntan a formar parte de la expedición a Lugo. Quien no estuvo, aunque no habrá problema para estar a disposición es Nikola Čumić, quien tenía permiso para llegar este miércoles a Gijón.
Entre ellos están jugadores no habituales en los entrenamientos del primer equipo como son Javi Izquierdo, Lucas Suárez, Mateo Arellano y César García. Con excepción de éste último, que debutó en Copa del Rey hace un año, los demás, de participar, serían sus primeros minutos con el primer equipo. También con ficha del filial estuvieron Pelayo Morilla, Pablo García o Christian Joel entre otros. No obstante toca esperar. Quedan aún cuatro días completos para ese encuentro y, más que nunca, esta semana en el Sporting se vive día a día y casi hora a hora.