La derrota en Castalia del Sporting no hizo más que agravar un problema que el Sporting arrastra desde hace varios años: su incapacidad para marcar de penalti. El aficionado rojiblanco sabe de sobra de que su equipo no es nada fiable en ese tipo de lanzamiento que tanta ventaja otorga a un equipo para marcar. Desde la etapa de Diego Castro en el equipo; o incluso después en la primera etapa en el club de Stefan Šćepović (que lanzó 4 anotándolos todos) no hay confianza en ningún lanzador.
Desde el último descenso a Segunda División, donde el Sporting va a ser un perenne candidato al ascenso, al equipo rojiblanco le han señalado 20 penas máximas. Dos decenas de penaltis que según Jorge González (@xurdegijon_) solo han traído consigo nueve goles.
De esos 20 lanzamientos de penalti, solo 9 acabaron en gol de forma directa. Otros 2, se lograron anotar al rechace tras sendas paradas del portero. Una estadística terriblemente pobre para un equipo al que en casi 3 años y medio solo le han señalado esa cantidad de penas máximas. Además, como se puede ver en la tabla, Carmona -que marró el penalti del pasado domingo en Castalia-, venía siendo el lanzador más fiable. El balear lanzó 10 de esos 20 penaltis, anotando 7 y fallando 3.
Al Sporting le urge encontrar un lanzador desde el punto de penalti confiable. Si quiere optar a ser candidato al ascenso no puede permitirse desperdiciar estas oportunidades. Esta tempoada ha tenido 3 penaltis y ha fallado 2, aunque uno lo anotase al rechace. Más cuando sus rivales directos esta campaña no están fallando esos lanzamientos de penalti como muestran las estadísticas que ofrece LaLiga; ya que ninguno de los 10 primeros clasificados de LaLiga SmartBank ha fallado más de un penalti en lo que va de temporada.