Al Dépor, más concretamente al nuevo Consejo de Administración, no paran de darle calabazas. Tras el intento de que Mauro Silva, como leyenda del deportivismo, aceptase el encargo de ser el quinto consejero del club, probaron con otro gran jugador de la época dorada. El elegido fue Lionel Scaloni, pero el actual seleccionador argentino también rechazó ese puesto que no es baladí. La intención es que sea ese quinto consejero el que tenga todas las labores asociadas al área deportiva. Algo así como un director deportivo, pero con mucho más poder.
En el Consejo quieren que sea un hombre de fútbol y quieren que sea un ex-jugador del club que conozca bien la casa. Por ello los focos ahora, tal y como informa el Diario AS, parecen centrarse en Albert Luque. El catalán está ahora mismo en el gabinete de Luis Rubiales en la RFEF como un cargo de confianza del presidente para las relaciones internacionales de la Federación, dado que habla varios idiomas. El de Terrassa es, además, técnico y posee la titulación de director deportivo. Conocimientos, aunque no tenga experiencia, que serían de mucha utilidad en ese puesto en el Consejo.
Albert Luque militó en el Dépor entre 2002 y 2005 jugando un total de 143 partidos en esas tres temporadas y parte de una cuarta. Logró 35 goles, superando la decena de goles en las tres campañas y formó parte de aquel equipo que se quedó a las puertas de llegar a una final de la Champions League al caer frente al Porto de José Mourinho que acabaría siendo campeón. Un año que perdura en la memoria por la histórica remontada en Riazor ante el Milan con un 4-0, donde Luque fue autor de uno de los goles.