En el día de ayer el periodista Fabrizio Romano desveló que el Sevilla y Tottenham Hotspur planeaban un intercambio entre Erik Lamela y Bryan Gil. Como ya se conoce el argentino, que acababa contrato en Londres en menos de un año y no iba a renovar, acabará en el cuadro nervionense. Por su parte Bryan Gil tenía contrato hasta 2023 y una cláusula que se señala es entre 40 y 50 millones según la fuente consultada.
En el club la renovación del internacional español, actualmente en Japón para la disputa de los JJOO, era una prioridad, pero las negociaciones no iban bien. De hecho, era todo lo contrario. El Sevilla planeaba un alto blindaje con una cláusula muy alta, por encima de los 100 millones de euros. Las condiciones no convencían al jugador y a sus agentes por ahora. Bryan Gil quería esperar a la temporada y ver como de importante era su participación en el club para estampar la firma. Algo que ya no ocurrirá.
El Sevilla no ha querido esperar a eso y ante una oferta del Tottenham ha acabado por traspasarle por 25 millones de euros (la mitad o más de su cláusula) y lograr la llegada de Erik Lamela. Una vez más el Sevilla ha vuelto a vender caro, aunque se deshace se un jugador que podía marcar un activo clave para el club y ha generado polémica. Pero la operación no es tan distinta, ni un modus operandi distinto a lo que ha hecho el club en el pasado. Además logra a un Erik Lamela, que es un jugador que encajará muy bien en la propuesta y sistema de Julen Lopetegui.