El enorme atasco que hay en el Nuevo José Zorrilla para las salidas es un constante pedregal en el camino del Real Valladolid esta pretemporada. Julio se acaba y en el club sigue habiendo un exceso de casi una docena de futbolistas sobre para poder inscribir con el número límite de fichas. Ya que si el club busca fichajes -algo que se da por seguro- las salidas deberán ser incluso más.
Esto hace que el foco para salir no esté solo en los descartes o jugadores jóvenes con cierto cartel para salir cedidos. Sino que el club, como algunos altos cargos dentro de la entidad han reconocido, se empiece a hablar de negociar salidas de jugadores que, bajo ningún concepto, se pretendía permitir salir de la entidad. Uno de esos es un Óscar Plano (Móstoles, 11 de febrero de 1991) que desde hace tiempo es pretendido por el Levante.
En Zorrilla no querían ni oír hablar de su salida y no negociaban. Pero ahora esa postura inflexible que estaban teniendo en el mercado se empieza a resquebrajar. Tanto que de exigir que quien si siquiera salir por su cláusula ahora pueda aceptarse su salida. Es el caso del madrileño al que Superdeporte dice que el Valladolid ha puesto un precio y condiciones mínimas para negociar la salida. Ese precio sería de 2 millones de euros que el Levante si quiere al jugador tendría que poner encima de la mesa.
A día de hoy el Levante es poco probable pueda abonar ese traspaso ya que necesitan dar ellos sus propias salidas. Sin embargo el interés en Óscar Plano no ha decaído y sigue siendo un objetivo que gusta mucho en el Ciutat. Una cesión con compra, si no hay traspasos antes que puedan darle solvencia económica al club, podría ser una fórmula que en las próximas semanas el Levante intente. Habrá que ver hasta donde está dispuesto el Valladolid a bajar la negociación.