Según informa Diario de Navarra, la situación de Rober ibáñez (Valencia, 22 de marzo de 1993) sigue estando en compás de espera. El valenciano, que volvió al club tras su cesión en el CD Leganés el pasado curso, está en la disciplina rojilla a las órdenes de Jagoba Arrasate como uno más y tiene opciones de quedarse. Máxime porque no hay ofertas por él que hagan que el cuadro rojillo busque su salida de la entidad, donde tiene contrato hasta 2023.
Solo Sporting y Leganés han sondeado su cesión. Pero como ninguno de los asume todo su salario (superior a los 600.000 euros), en El Sadar no se plantea por ahora su salida. De hecho solo se la plantearía en caso de firmar a un jugador para las bandas que mejore al valenciano. En caso contrario Rober ibáñez formará parte de la plantilla de Osasuna y peleará con Kike Barja, Rubén García y Roberto Torres en principio por hacerse con un sitio en los planes del técnico de Berriatua.
El pasado curso ya estuvo cedido en el conjunto de Butarque. Con Martí en el banquillo pepinero, Rober Ibáñez tuvo una lesión que le hizo perderse varias jornadas y tras la misma no entraba apenas en los planes del técnico balear. Fue tras la llegada de Asier Garitano que el valenciano sí logró ser un fijo, sino en los onces, si en el reparto de minutos. Acabó la temporada anotando 4 goles y dando una asistencias en 26 partidos totales (15 como titular).