Menos de una semana para que comience LaLiga y las salidas en el Espanyol no llegan. Al menos, las que Vicente Moreno desearía que llegasen que son las de los jugadores con los que no cuenta o lo hace para un rol de lo más residual. Los dos casos más conocidos son los del argentino Matías Vargas y del canterano Víctor Gómez.
En el primero las ofertas que han llegado o no han convencido al jugador o han sido muy bajas. En el caso del segundo, directamente, no ha habido ofertas. Se conoce de equipos que han mostrado interés a lo largo de todo el verano en el lateral de Montserrat, pero no ha habido ofertas. En este caso el club esperaba encontrar un equipo de destino que asumiese toda su ficha o incluso negociar un traspaso con variables y opciones futuras. A día de hoy ambos siguen en plantilla y sin visos de una salida cercana.
En el caso del argentino, además, preocupa en exceso ya que el club quiere darle salida por un triple motivo. El primero es el económico por su ficha; el segundo para que juegue y el tercero porque su fuerte inversión realizada en él necesita de que se adapte al fútbol europeo. Sin embargo el padre del jugador sigue trasladando la responsabilidad al club ya que, según éste, nadie del club se ha dirigido a Vargas para decirle que debe salir.
«Está concentrado en el Espanyol, se ha adaptado muy bien al club, y no hay problemas. Si se da la posibilidad de tener que salir para jugar se lo pensará y tomará una decisión pero él es jugador del Espanyol y allí está bien. Nadie le ha dicho que debe salir», explicó Omar Vargas. Una situación más que el club deberá resolver en las tres semanas que restan de mercado.