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Gol en contra, sinónimo de derrota en Girona

Ibrahima Kebe cae ante la mirada de Pulido Santana

Ibrahima Kebe cae ante la mirada de Pulido Santana en el partido frente a la UD Almería

Los números del Girona empiezan a ser muy preocupantes. Tras nueve jornadas de liga el balance es de sólo dos victorias, dos empates y cinco derrotas. Ocupa puestos de descenso y aunque no parece que un cese de Michel esté cerca por la confianza de todos los estamentos del club, plantilla incluida, en él, los números hablan por sí solos. Sobre todo los ofensivos con solo seis goles a favor, un guarismo que solo empeora el Real Zaragoza que le acompaña, aunque por encima, en los puestos de descenso.

Pero quizá lo más preocupante es que las cinco derrotas se han producido en los últimos siete encuentros y en las que se ha visto que la capacidad de reacción es algo que no tiene este Girona. Y es que siempre que el rival les ha marcado, les ha ganado. Sucedió contra Ponferradina (2-1), Sporting (1-2), Málaga (2-0), Almería (1-2) y Lugo (1-0). Dejar la portería a cero es capital en Segunda División y más para un equipo que arrastra una crisis de juego ofensivo y de lograr goles.

Aunque los dos años anteriores, cuando se quedó al borde del ascenso, tampoco arrancó bien la temporada, lo de este año en el Girona es más duro que los anteriores. Para ganar han de ponerse por delante en el marcador; así sucedió contra Amorebieta (2-0) y Valladolid (1-0) dado que remontar es misión imposible.

¿Pronto para ser muy dramáticos? Seguramente. El problema es que el objetivo del Girona está en verse ocupando puestos de play-off y estos ya se encuentran a seis puntos. Además ahora tendrá otro rival peligroso como el Huesca, que también es cierto no pasa por un buen momento y que tiene el ascenso como objetivo inexcusable. Pero el calendario es el que es y es el próximo equipo frente al que los blanc-i-vermell deberán intentar iniciar una reacción.

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