El conjunto de Simeone, como era de esperar y viene siendo frecuente esta temporada, comenzó propositivo: buscó la salida de balón desde atrás personificada en la figura de José María Giménez, el cual estuvo imperial en ese sentido. Y salió tan bien al partido que le bastaron once minutos para adelantarse en el marcador tras un remate de cabeza de Antoine Griezmann, el cual se estrenaba en competición doméstica tras un remate en el segundo palo tras asistencia de Felipe. Cierto es que el Levante no atraviesa su mejor racha de resultados y que es un equipo al que se le nota al momento que la confianza brilla por su ausencia en sus jugadores, ya que el primer gol colchonero denota una falta de concentración y solidez que asusta a cualquier aficionado granota.
El Levante intentó ser reactivo tras el gol y empezó a acercarse al área de Oblak, basando la mayoría de sus ataques en faltas y centros laterales que apenas crearon peligro alguno a los colchoneros, salvo un disparo centrado de Duarte tras un regalo de un Felipe que vio amarilla en una primera parte no demasiado bronca, aunque el mejor de la primera parte fue un Herrera que, ante un equipo que no sea enérgico en la presión, como es el caso del Levante de Pereira, es muy útil en la salida de balón ya que es un jugador con una capacidad de poner balones largos y de filtrar pases entre líneas asombrosa.
Y en la acción más absurda de la primera parte, un córner mal despejado por Giménez, llegó un penalti absurdo de Suárez cometido sobre Vezo, el cual ejecutaría Enis Bardhi a la perfección engañando a Oblak.
EMPATE AL DESCANSO TRAS UNA PRIMERA PARTE DE DOS DETALLES
La segunda parte comenzó con el mismo guion que la primera, con un Atlético proponiendo y asumiendo riesgos en salida que le acabaría costando algún contragolpe con peligro del equipo de Pereira. Aunque a pesar del dominio posicional el Levante nunca se vio fuera del partido, ya que solo fue durante veinte minutos cuando fue por detrás en el marcador, y siempre vivió con la idea de que en alguna jugada al contraataque se podría decantar el partido en su favor.
El segundo periodo se vio a un Atlético ausente de ideas a la hora de penetrar en la defensa levantina, algo lógico cuando Lemar es baja en el partido de hoy, pero el Cholo trató de buscar ese hombre capaz de filtrar pases entre líneas, y buscó a ese tipo de jugador en De Paul, que entró apenas superados los diez minutos de la segunda parte.
Y una vez más el Cholo volvió a dar en el clavo, demostrando que es uno de los mejores entrenadores del mundo a la hora de intervenir con los cambios: en un balón filtrado de De Paul para Cunha, que entró al mismo tiempo que el argentino, surgió el segundo gol de los de Simeone. Porque Rodrigo de Paul demostró en esa jugada a la perfección lo que el Cholo buscaba en él cuando decidió sacarle al campo: condujo durante 20 metros sorteando jugadores del Levante y encontró solo al brasileño, el cual definió por debajo de las piernas de Aitor.
Y cuando el Atlético ya se veía con los tres puntos en la palma de su mano, sería Lodi el encargado, junto a su mano, valga la redundancia, de que el Levante obtuviera otra pena máxima, la cual volvería a transformar Enis Bardhi.
A los de Simeone se le escaparon dos puntos en el último minuto y vuelve a dejar serias dudas en defensa, sobre todo si tenemos en cuenta que en el fin de semana recibe al Betis, un equipo que viene en una tremenda dinámica.