Villarreal y Rayo Vallecano se enfrentan este domingo a las dos de la tarde en el Estadio de la Cerámica. Los dos conjuntos llegan en situaciones que no casan en absoluto con las expectativas de principio de curso. Los recién ascendidos han superado con creces las previsiones de muchos y son los sextos clasificados. El equipo de Andoni Iraola no deja de sorprender y se mantiene en la parte alta de la tabla con casi la mitad de la liga disputada. Por otro lado, los locales no están dando el rendimiento que se esperaba de ellos y se encuentran decimocuartos, más cerca del descenso que de las competiciones europeas.
Sin embargo, no todo son malas noticias para los de Unai Emery. Los vigentes campeones de Europa League consiguieron el pasado jueves clasificarse para los octavos de la Champions League. El partido contra la Atalanta, que tubo que ser aplazado por la nieve y comenzó con un gol de Danjuma en el minuto dos, terminó con un dos a tres favorable a los españoles. Derrotar a uno de los grandes de la liga italiana supone un extra de moral para el submarino amarillo, que espera poder empezar a encadenar victorias y acercarse a sus objetivos iniciales.
En el otro lado del terreno de juego estará el equipo revelación de La Liga. Ya desde el once inicial, se ve que es un equipo diferente. El sistema de juego predilecto de Andoni Iraola es el 4-2-3-1. Un sistema con cuatro jugadores de ataque que no es muy común en España. Gracias a este esquema pueden realizar un juego vertical que complica a muchos equipos de la liga.
La mayoría de los equipos españoles basan su juego en la posesión. El principal problema de este planteamiento es precisamente la gran virtud del Rayo Vallecano. Cuando acumulas muchos jugadores en campo rival para atacar mediante combinaciones, es más fácil que el rival ataque las espaldas y consiga llegar a tu área en pocos toques. Esta vocación de hacer daño lo antes posible se suma a una presión alta y organizada que dificulta la elaboración de jugadas del contrario.
En esta ocasión el Rayo no se va a encontrar a un equipo muy dogmático con la posesión. El conjunto de Emery también sabe lanzar contraataques. Los atacantes del Villarreal destacan no solo por su capacidad de combinar, sino también por su velocidad e instinto para hacer daño al espacio. Además, a Emery no le importa plantar la línea defensiva más atrás de lo habitual si el equipo sufre con las llegadas de su rival.
El partido que nos espera en el Estadio de la Cerámica es muy interesante. Veremos si Emery consigue revertir la mala situación de su equipo o si es Andoni Iraola quién se impone fuera de casa. Lo que parece seguro es que el encuentro va a ser entretenido para el espectador.