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Nil Jiménez se gradúa en Balaídos

Pablo Fernández salta para rematar un balón | Foto: @NASTICTARRAGONA

Pablo Fernández salta para rematar un balón | Foto: @NASTICTARRAGONA

El día 31 de agosto de 2021, el Club Gimnàstic de Tarragona firmó a un joven de 21 años llamado Nil Jiménez. Era el último día de mercado. Acababa de finalizar su contrato con el Espanyol ‘B’ y podía desempeñarse como lateral o como centrocampista; eso sí, por la banda izquierda. En un principio, ya quedó clara cuál sería su función en el club: ser el relevo de los capitanes Joan Oriol y Javi Bonilla, dos jugadores del flanco zurdo con mil y un galones. Su buen hacer convirtió a Nil en uno de los recambios perennes para Raül Agné, que siempre entraba en la segunda mitad para revolucionar el partido. Pero en las semifinales del playoff de ascenso a LaLiga Smartbank, Bonilla no pudo jugar por sanción. Nil estaba ante la prueba de su vida y aprobó con matrícula de honor.

Suyo fue el único gol que sirvió al Nàstic para tumbar al Racing de Ferrol y clasificarse para la gran final (0-1). La mejor defensa de cada uno de los grupos de Primera RFEF, frente a frente, por lo que el resultado no podía ser otro. Héber Pena estuvo omnipresente en ataque, un torbellino que enloqueció a Pol Domingo, pero una defensa muy bien colocada permitió a los granas mantener la portería a cero. Diferente fue la historia en el área de Gazzaniga. Si bien a los tarraconenses les costó pisar sus tierras, una vez lo hicieron, no perdonaron. Mejor momento no había para que Nil se estrenara como goleador gracias a una sublime cesión de Romera. Tras una montaña rusa de emociones, el Nàstic está a un solo paso de volver al fútbol profesional.

Racing Club de Ferrol 0 1 Gimnàstic de Tarragona


Ferrol quiere ser de Segunda

La hora de la verdad había llegado. Racing de Ferrol y Nàstic de Tarragona habían jugado un fútbol sublime en la recta final de la temporada regular. 16 puntos de los últimos 18 sumaron los gallegos; 12 de 12 los catalanes. Unos terminaron terceros en la tabla; los otros, cuartos. El primer objetivo ya se había cumplido, pero faltaba el más difícil: consumar el ascenso. Y los números favorecían a los verdes: en caso de empate, serían ellos los que pasarían de ronda al haber finalizado más alto en la clasificación —no hay tanda de penaltis—. Además, 1.600 entradas se vendieron a sus aficionados para viajar a Balaídos, por los 600 seguidores granas que confirmaron su desplazamiento.

Llegados a la cumbre de la campaña, no era el momento de probar cosas nuevas. Cristóbal Parralo sacó su once de gala, con David del Pozo ya instalado como titular, pero con una obligada modificación: Yeferson Quintana fue baja por una rotura fibrilar y su puesto lo ocupó Jon García. Por su parte, Raül Agné, que no podía contar con Javi Bonilla por sanción, presentó un esquema más que reconocible. Su única duda residía en el central que iba a acompañar a Quintanilla. Finalmente, se decidió por Aythami Artiles en detrimento de Trilles.

No tardaría el Racing de Ferrol en demostrar por qué alcanzó el podio del grupo I de Primera RFEF, solo por detrás de los dos gigantes que moran en Santander y A Coruña, respectivamente. Con una presión asfixiante de inicio, los jugadores verdes desplegaron un fútbol muy agresivo que buscaba forzar el error de la defensa grana. En este contexto, Héber Pena se erigió como el puñal que iba a ejecutar a los tarraconenses sin dilema alguno. Una de sus cabalgadas por la banda izquierda, apenas pasado el tercer minuto, ya culminó con un chut cruzado de David del Pozo. Pol Domingo iba a tener una tarde muy complicada. Sabía que tenía que hacer una actuación perfecta y que cualquier fallo podía condenar a los suyos.

Héber Pena, el malabarista

Pena no estaba solo. En las filas de Parralo se encontraba también un perro viejo como Joselu Gómez, un delantero con pasado en Reus, para más inri. Él peleó un balón larguísimo de Jon García que parecía no tener destinatario y envió el esférico al área pequeña, donde aguardaba Del Pozo. De no ser por la intervención de los centrales granas, el gol parecía cantado.

Balaídos era un frenesí cardíaco donde la acción no se detenía. Una vez superado el cuarto de hora, el cara a cara particular entre Pena y Domingo volvió a ser protagonista. El extremo del Racing mareó a su marcador con una serie de recortes y consiguió poner un centro hacia el punto de penalti. Desde segunda línea llegó Fran Manzanara para disparar a bocajarro. Con el pie, al puro estilo de un guardameta de balonmano, Manu García salvó el 1-0.

El Nàstic no quería ser menos. Le costaba horrores llegar a la portería de Gazzaniga, pero se mostraba contundente en defensa a pesar de la insistencia gallega y sin perder en ningún momento los estribos. Eso sí, su primer remate tuvo que esperar hasta el minuto 23. A la salida de un córner, Dani Romera cabeceó demasiado alto. Enseguida se dio cuenta de que, rotando el cuello, podría haber dirigido mejor el esférico, pero ya era demasiado tarde. Desde ese momento, vista la permisividad del colegiado Muresan Muresan —excepto con Ribelles—, el partido se endureció. Los contactos fueron cada vez más físicos y el césped coloreó las camisetas de más de uno y de dos jugadores. Joselu aún tendría tiempo para poner a prueba una vez más a Manu García desde la media luna al recibir un pase de… sí, Héber Pena.

Nil y una noches

La segunda mitad siguió el mismo guion que la primera. Héber Pena —que incluso cayó dentro del área tras una zancadilla de Aythami en un penalti no pitado— estaba siendo un verdadero quebradero de cabeza para Pol Domingo. Una, dos, tres veces consiguió centrar con peligro, pero entre Quintanilla, Aythami y Manu García estaban neutralizando toda ocasión gallega. Manzanara estaba cada vez más posicionado en la mediapunta, abandonando su posición en el doble pivote. El aroma a gol empezó a impregnar Balaídos, pero los verdes no esperaban que fuera el Nàstic el que lo lograra.

En el minuto 58, Pablo Fernández estaba situado en el vértice del área defendida por Gazzaniga, en el flanco derecho. Levantó a cabeza y vislumbró el desmarque de Dani Romera. En lugar de rematar de primeras, el fichaje de invierno pinchó el balón, un sutil control que sirvió para dejar atrás a Jon García. Fue en ese momento que se dio cuenta de que Nil Jiménez se estaba quedando completamente solo a la izquierda a medida de que su marcador abandonaba la cobertura. El andaluz le cedió el esférico al joven de 22 años, que no tuvo más trabajo que empujar el cuero para anotar su primer tanto con la elástica grana. El Nàstic se adelantaba en el luminoso.

Empujadas por los nervios, ambas escuadras se enfrascaron en un incesante toma y daca sin cuartel. Robert Simón, Ribelles y Álex López, con una falta directa que hizo volar a Manu García, pusieron a prueba los cancerberos. David Rodríguez tuvo el empate en sus botas de no ser por la milagrosa intervención del portero, mismo obstáculo con el que se encontró Alayeto en el 95. No obstante, el marcador ya no se movería. Partiendo como underdog, el Nàstic confirmaba su presencia a la final de los playoffs de ascenso a LaLiga Smartbank. Su próximo oponente será el Villarreal ‘B’. Si lo supera, será equipo de Segunda. Ferrol tendrá que conformarse con ser, un año más, de bronce.

Ficha técnica
Racing Club de Ferrol: Gazzaniga; Loureiro (Alayeto, min. 90), Jon García, David Castro, Pumar; Álex López, Fran Manzanara (David Rodríguez, min. 66); Dani Nieto (Chacón, min. 80), David del Pozo, Héber Pena; Joselu (Nathan, min. 80).
Gimnàstic de Tarragona: Manu García; Pol Domingo, Quintanilla, Aythami Artiles, Joan Oriol; Robert Simón (Albarrán, min. 84), Ribelles, Pedro del Campo, Nil (Jannick, min. 73); Dani Romera (Fran Carbia, min. 66) y Pablo Fernández (Édgar Hernández, min. 66).
Goles: 0-1, min. 58: Nil.
Árbitro: Sergiu Claudiu Muresan Muresan (Comité valenciano). Amonestó a Jon García (min. 53) por parte del Racing de Ferrol y a Édgar Hernández (min. 86) por el Nàstic.
Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales de la fase de ascenso a Segunda División, disputado en el Estadio Abanca Balaídos, Vigo.
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